La presidenta de la UDI, Jacqueline van Rysselberghe, prepara una "nueva etapa" para su partido: insiste en la modernización, pues el país ha cambiado. "Chile hoy es más diverso", admite, luego de que hace una semana se realizara el consejo directivo ampliado. Por estos días, sin embargo, está concentrada en lo que será la instalación del gobierno de Sebastián Piñera. Para la próxima semana se espera el anuncio del gabinete.
Hoy, en un tono unitario, recalca que debe haber equilibrios entre los partidos y que, más allá de la militancia o independencia de los futuros secretarios de Estado, deben tener una profunda mirada política. La ex alcaldesa, además, dice estar abierta a que el presidente electo se tome "mayor libertad" para elegir a su comité político, según su cercanía con personeros.
¿Hubo un exceso de nombres en la lista de cargos de gobierno que presentaron los partidos a Sebastián Piñera, como lo dijo él?
Hicimos lo que nos pidieron: que mandáramos personas que consideramos competentes para los cargos y que ojalá tuviesen cierta experiencia política. No nos sentimos aludidos por ese comentario.
¿Puede asegurar que todos los nombres que propuso la UDI eran competentes?
Sí. La gran mayoría no solo tienen magíster sino que doctorados. Muchos de ellos tienen experiencia en el mundo público. Son personas que pueden ayudar al futuro gobierno.
¿Les consultó a todos por su disposición a ser parte del gobierno?
Evidente. Ellos nos mandaron currículum actualizados.
¿Cree que hubiese habido también quejas de Sebastián Piñera si es que los partidos hubiesen presentado pocos nombres?
Yo no voy a entrar a una crítica del actuar del presidente. Hasta el minuto, él lo ha hecho espectacular, porque ha tenido una relación fluida con los partidos. Hay que tener la generosidad para poder aceptar lo que él determine, pese a las listas que enviamos. Es muy importante lo que viene por delante como para generar roces cuando ni siquiera empezamos a gobernar.
¿Dejó nombres fuera de la lista?
Hubo nombres que calificaban para ministros, otros para subsecretarios, otros para segunda línea en algunas de esas áreas, entonces, alguien podía considerar que podría ser ministro, pero uno le dice "¿sabes?, mejor deberías ir acá, porque los ministros tienen más currículum, más experiencia".
El diputado Jaime Bellolio se reunió con el jefe programático de Sebastián Piñera, Gonzalo Blumel, para hablar de nombres. ¿Teme que se nominen figuras sin su supervisión?
No, hemos trabajado con la Fundación Guzmán, con los parlamentarios, con las regiones, para generar un staff de personas y seleccionar a los mejores a partir de allí. Es más fácil hacer eso cuando hay una vía institucional. Cuando preguntamos por eso, nos dijeron que era un malentendido.
¿Cree que el equipo de Sebastián Piñera pueda dar cabida a esta disidencia interna UDI en esos procesos?
No creo. Es lo que dijo Jaime: él tiene derecho a juntarse con sus amigos. No es más que eso.
¿Hay algunas carteras que a la UDI le interesen más?
La UDI busca influir en las políticas públicas y eso va más allá de un cargo o ministerio. Lo que buscamos es una relación partidos-gobierno que permita que nuestra visión permee las políticas públicas, porque esa es la única forma de lograr armonía y que este ciclo político no dure cuatro años sino ocho o doce.
¿Habrá equilibrio de militancia entre RN y la UDI en el gabinete?
Eso sería lo razonable. Más allá de que si el ministro es independiente, UDI, RN o Evópoli, todos los futuros ministros deben entenderse bien con los partidos. Si es militante, que se entienda bien con el resto de los partidos de la coalición, y si es independiente, con los partidos en general. No basta ser un súper gerente, hay que tener profundo sentido político. Por lo menos, los nombres que nosotros mandamos, puedo asegurar que van a actuar de esa manera. Los partidos están conformados por personas, muchas electas popularmente, representamos a buena parte de la ciudadanía, por lo tanto son una voz que hay que escuchar.
¿Y cómo avizora la conformación del comité político?
Allí también participan los presidentes de los partidos y jefes de bancada, por lo tanto, en ese comité sí está representada la mirada de los partidos, que es lo relevante al final del día. Es crucial que los miembros del comité político sean capaces de considerar, en la toma de decisiones, lo que sucede con los partidos para que nosotros luego podamos ordenar los votos.
Si solo queda Andrés Chadwick en el comité político como UDI, ¿eso le da garantías de representación?
Andrés está incluido en la lista de personas que la UDI reconoce como propias. Nos encantaría que el comité político completo fuera de la UDI (ríe), pero creo que el comité político será la instancia donde el presidente se dará la mayor libertad para nombrar a las personas que a él le generen más confianza, aunque guardando equilibrios.
¿Y en ese círculo solo cabe Andrés Chadwick como UDI?
No lo sé, no me atrevo a decirlo, pero sin duda que, por ejemplo, el ministro de Hacienda tiene que ser alguien muy cercano a él. Lo mismo con la Segpres, porque este será un gobierno que tendrá que negociar mucho para aprobar leyes.
Andrés Chadwick estuvo en el gobierno anterior, cuando hubo problemas de fluidez en la relación con los partidos.
Hubo muchos menos problemas con los partidos desde la entrada de Andrés o Pablo Longueira. Pensar que en cuatro años no habrá problemas entre el gobierno y los partidos es una utopía. Lo que uno espera es que esos problemas se resuelvan con el menor conflicto posible.
Usted ha dicho que puede haber excepciones y sacar a autoridades electas al gabinete. ¿No cree que se pueden generar problemas?
La norma debe ser la no nominación de autoridades en ejercicio; sin embargo, puede haber circunstancias que ameriten sacar a una persona determinada y eso lo debe evaluar el presidente.
Pero los partidos propusieron a autoridades en ejercicio...
Nosotros no propusimos estos nombres para la primera línea.
Pero sí para intendencias.
Sí, intendencias puede ser, porque este cargo es de elección popular que representa el mismo territorio de los alcaldes. La vinculación de esa autoridad con su territorio no se rompe de la misma manera como pasa con ministros.
¿Entonces, por qué hacer el cambio de alcalde a intendente?
Hay regiones complejas donde la habilidad de los alcaldes puede ayudar a que el representante del presidente en esa región -el intendente- lo pueda hacer bien. El intendente debe tener habilidades de relación con la comunidad y a veces eso lo desarrolla mejor un alcalde.
Si el senador RN Andrés Allamand es designado ministro, ¿la UDI exigiría que un parlamentario UDI migre al gabinete?
No vamos a poner condiciones, porque no tenemos ningún senador que quiera ir al gobierno.
Tras el anuncio del gabinete, ¿cómo manejará los roces con los partidos?
Logramos un acuerdo parlamentario con una negociación compleja y, a pesar de que teníamos diferencias importantes, mantuvimos una relación fluida. No veo por qué ahora debiera ser de otra manera.
El presidente de RN, Cristián Monckeberg, ha recalcado que son el partido leal. ¿Usted cómo ve esas declaraciones ahora que RN es el partido más grande y no la UDI?
La UDI, RN y Evópoli hemos sido capaces de ser leales con el presidente pese a las diferencias que podamos tener con él. Entre todos construimos la plataforma para que pudiera ser electo presidente. Y entrar en la discusión de cuál es el partido más grande es de niño chico, todos tenemos ventajas. Nada es verdad o mentira, depende del cristal con que se mire: RN tiene más diputados, la UDI más senadores; RN más concejales, la UDI más alcaldes. Lo crucial es trabajar juntos para hacer un buen gobierno.
¿Por qué usted no hizo un mea culpa en el consejo del fin de semana pasado, cuando se analizaron los resultados parlamentarios de la UDI?
A todos nos gustaría que las cosas fueran mejor de lo que resultan, pero estando tres años sometidos a la persecución de la fiscalía, el resultado que tuvimos no fue malo; fue pura fortaleza electoral UDI.
Usted no se refirió al criterio de cómo se eligieron los candidatos al Parlamento. Uno de los puntos más criticados. ¿Por qué?
Los candidatos al Parlamento se eligieron como siempre: a través del comité electoral, y cuando hubo dudas se hicieron encuestas. ¿Hay cosas que mejorar? A lo mejor, por eso decidimos poner una comisión electoral permanente. No hay que ser autoflagelante, no es sano, eso casi lo digo como psiquiatra.
¿Siente que hizo una autocrítica?
La palabra autocrítica no me gusta. Entramos en una dinámica que no es adecuada.
Quedó pendiente fijar un consejo programático para definir el sello de la UDI en el gobierno.
La idea es hacerlo cerca del 1 de abril en Punta de Tralca. La UDI fue clave en ayudar a que una gran cantidad de pobreza pasara a la clase media y hoy Chile es un país más educado, más diverso y tiene otras angustias. Tenemos que ser capaces de interpretar a ese mundo, modernizarnos y poner nuevos temas. La UDI debe defender los derechos del mundo popular, esos que no tienen privilegios.
Felipe Kast, de su coalición, está a favor de la identidad de género. Dijo que parlamentarios hacen política a partir de la posverdad, porque no han leído el proyecto de ley como corresponde. ¿Qué opina?
No se puede desvincular el sexo biológico de la persona del género. Lo natural es que una persona que nace hombre se sienta hombre más allá de que le pueden gustar los hombres. Reconozco, y así también lo hace la Organización Mundial de la Salud, que hay personas en las que esto no se da, pero es una excepción. Lo que no comparto es que, a través de una ley, se permita a los niños cambiarse de sexo. Los niños ni siquiera pueden comprar alcohol. En lo valórico hay distintas opiniones y no tengo duda de que Felipe Kast vota con la mejor de las intenciones, pero se equivoca, porque cambiarles el sexo a los niños es un error.
Pero Felipe Kast apela a la decisión de los padres.
Es un error también, porque entre el 85% y 95% de las disforias de género en niños se resuelven espontáneamente tras la adolescencia.
¿Cómo se manejará el fuego amigo en el futuro gobierno?
No espero fuego amigo; sí diferencias, que se resuelven internamente y es legítimo que existan. El fuego amigo es cuando existen disparos. Yo puedo tener diferencias sin disparar. Si queremos proyectar esta coalición, el crecimiento no puede ser a costa nuestra, no podemos fagocitarnos entre nosotros.
¿Usted cree que hay espacio para la diversidad en Chile Vamos?
Chile Vamos es diverso, pero eso no puede usarse para generar un proyecto político personal, estamos hoy en un proyecto colectivo. Quien no entienda eso va a pagar un costo. La gente, en la elección, premió unidad, moderación y disciplina.
El consejo UDI mandató a la búsqueda del candidato presidencial. ¿Cómo liderará ese proceso?
No se trata de empezar a poner candidatos presidenciales arriba de la mesa en este momento. Eso sería un despropósito. Pero sí se trata de generar un cronograma para que, en la próxima elección, compitamos con un candidato de nuestro partido en las primarias.
¿La UDI se siente en desventaja ante RN porque en ese partido existen varias cartas presidenciables?
En política la rueda de la fortuna gira muy rápido. Muchas cosas pueden pasar en cuatro años.
¿No hay desventaja?
No, tenemos tiempo.