Un "tirón de orejas" le dio el timonel PPD, Jaime Quintana, a algunos de los alcaldes de la colectividad en Santiago. Tras los resultados obtenidos en primera vuelta, varias comunas registraron una menor votación a la esperada para Michelle Bachelet. Por ello, la directiva activó un plan para captar una mayor cantidad de adhesión para la Nueva Mayoría en el balotaje, en especial, entre aquellos que optaron por Marco Enríquez-Ominami. Quintana cree que al ex PS "no le da lo mismo" quien llegue a La Moneda, y espera un gesto del líder del PRO similar al de 2010 con Eduardo Frei.

¿Se puede calificar como "bueno" el resultado de la primera vuelta? La expectativa era no tener que llegar a un balotaje...

Creo que el resultado fue bueno y ningún partido o jefe de partido le puso freno de mano a su accionar. Todos hicimos lo que tenemos que hacer, pero siempre dijimos que ganar en primera vuelta era difícil cuando tenías nueve candidatos.

¿La trayectoria que ha venido siguiendo la campaña de Bachelet debe mantenerse?

Nosotros necesitamos más votación de otras candidaturas. Esos votos están en el mundo de Enríquez-Ominami, en regiones y en sectores populares. Hay que reconocer que Enríquez-Ominami tuvo una muy alta votación en sectores populares que tradicionalmente votaban por la Concertación. A ese mundo también tenemos que hablarle y lo estamos haciendo.

El escenario es distinto a 2009 y Marco esta vez no se cuadró con la oposición. ¿Cómo se genera un nexo con el PRO?

No sé si lo que se requiere es tener una conversación. Enríquez-Ominami ya mostró que tenía mucha sintonía con las propuestas de Bachelet. En los debates ambos hablaban el mismo idioma: educación gratuita, reforma tributaria. Esperaría un gesto al menos similar al que Enríquez-Ominami hizo en 2010.

¿El PPD abrió diálogo con el PRO para ese afán?

En el PPD hemos conversado con varios dirigentes de ese partido, mantenemos una relación, pero las señales de Enríquez-Ominami en la segunda vuelta creo que no han sido de rechazo a Bachelet. Para lo que logró construir, a Marco no le es indiferente quién gane el 15 de diciembre.

¿Pero qué gesto ha hecho la Nueva Mayoría para lograr una adhesión de ME-O a la opción de Bachelet?

Si Enríquez-Ominami hizo un gesto a Frei en la segunda vuelta de 2010, no se entendería que hoy, habiendo una mayor coincidencia programática con Michelle Bachelet, aquello no se explicitara.

¿Pero es sólo una cuestión de programa?

No sólo eso. Hacemos lo que se hace entre sectores con afinidad en las ideas: respeto, valoración por lo que representa el PRO y la construcción de una mayoría para los cambios.

La derrota de Soledad Alvear, figura emblemática de la DC, ¿es también, de cierto modo, una derrota de las ideas de la falange?

No. Hay grandes triunfos de la DC, especialmente en diputados o Carolina Goic en Magallanes. Lamento la pérdida de Soledad, es un gran aporte y la vamos a echar de menos, pero Carlos Montes ganó porque supo interpretar mejor ese sentimiento de cambio, el instinto bacheletista que está muy presente en las calles.

Tras la derrota de Soledad Alvear, ¿siente que han sido excesivos los gestos a la DC en la campaña de segunda vuelta?

Creo que éste no es el momento para gestos ni de demostraciones de fuerza ni atenciones especiales. Este es el momento para profundizar nuestra línea de trabajo y eso es lo que, al menos, está haciendo el PPD en sus últimas reuniones sólo abocándose a buscar acciones para aumentar la votación.

De ganar el 15 de diciembre, ¿cómo cree usted que deben ir los equilibrios de los partidos de la Nueva Mayoría en la composición del gabinete?

No sé los otros partidos, pero nosotros no le hemos dedicado ni un minuto, ni formal ni informalmente, es prerrogativa exclusiva de la candidata. Lógicamente que después del 15 se van a fijar lineamientos y luego conversaremos al interior de los partidos en función del rol que nos comprometerá.

¿Pero cómo tiene que ser ese equilibrio? ¿Tiene que ser reflejo de lo que es hoy la Nueva Mayoría? Seis de siete partidos se mueven en el eje progresista.

No le he destinado ninguna energía al tema. Pero en teoría tiene que haber una expresión en ese gabinete de lo que cada uno es, de lo que hace del punto de vista electoral y en su participación en esta nueva coalición.

Y en el Senado, ¿quién debe asumir la presidencia en 2014?

Debiese haber diversidad. Si un sector va a estar en la Cámara, otro debiese estar en el Senado. Si la DC preside la Cámara en el primer año, en el Senado la presidencia debe quedar para el PS o el PPD. La bancada PPD no será más el hermano chico, muchas veces se abusó de nuestra condición.

¿Qué implicará para la hoy oposición la salida de Escalona y Alvear en el Senado en 2014?

Es muy importante el equilibrio que se alcanzó con tres bancadas de seis miembros, pero también creo que la opinión de los 21 es importante, y eso muchas veces no ocurría. Había quienes pensaban que bastaban dos o tres líneas de interacción y la cosa quedaba solucionada. Eso no volverá a ocurrir, las 21 voces tendrán que ser consideradas para todos los proyectos.