A cuatro fechas del final del campeonato, Deportes Santa Cruz logró el ascenso a la Segunda División profesional tras 17 largas temporadas en el fútbol amateur. Detrás de ese logro está Jaime Riveros, el técnico que recién este año debutó como entrenador, después de una larga y exitosa trayectoria como futbolista.
"El ascenso es algo bonito, importante. Es algo que nos propusimos a comienzo de año. El objetivo del equipo era subir, se logró y ahora queremos pelear por el campeonato de la Tercera División A", relató a La Tercera el "liebre", ex mediocampista dueño de una zurda que hizo alegrar a hinchas de O'Higgins, Cobreloa, Santiago Wanderers, Everton y otros clubes nacionales.
A la hora de hablar del estilo futbolístico propuesto en el cuadro de la Región de O'Higgins, la respuesta del eximio lanzador de tiros libres es nítida: "siempre me guío por lo que hice como jugador. Me gustaba ser ofensivo. Ahora, no podría jugar hacia atrás. Eso traté de hacer en cada equipo en que jugué. Ahora, siempre salgo a tratar de buscar el arco rival, con esquemas ofensivos".
Riveros, que trabaja en dupla técnica en Unión Santa Cruz con Renzo Yáñez, guarda varios referentes como modelo de entrenador. "He tenido muchos técnicos. Que me disculpen quienes no nombro. Me gustaba mucho como trabajaba Manuel Pellegrini, Jorge Garcés... ellos siempre fueron hacia arriba, y eso a uno le queda claro para siempre. Todos los técnicos que tuve iban hacia adelante", aseguró.
Nacido en la localidad de Quinta de Tilcoco, el récord chileno de fechas consecutivas marcando goles (21 anotaciones en 15 duelos seguidos en el Apertura 2004 con Santiago Wanderers) dejó el fútbol a los 41 años, defendiendo a Palestino. Y hoy, a los 43, disfruta con el logro desde la banca.
"Es distinto jugar que dirigir. Cuando uno está acostumbrado a estar dentro de la cancha, es distinto a estar afuera y no hacer nada. Pero ha sido bonito volver al fútbol, a lo que uno era, pero en otra faceta. Pero ser entrenador es más complicado", reflexiona.
Por ahora, Riveros piensa en terminar el campeonato. En él, pelea la corona con Deportes Colchagua -el archirrival-, elenco que también ascendió. "Es lo que me queda ahora", dice. Por eso, evita hablar del futuro, aunque asegura que para la Segunda División profesional "me gustaría formar un plantel que se la juegue".
¿Y dirigir en el futuro en Primera División? "Puede ser, pero no pienso más allá. Siempre vivo el momento. Ahora, me queda pelear el campeonato", reflexiona.