Jaime Valdés esboza una sonrisa cuando echa a andar la máquina del tiempo y retrocede hasta enero de 2000. En aquel momento, el volante formado en Palestino aterrizaba en Italia para firmar por el Bari, iniciando una carrera que lo convertiría en el chileno con más temporadas (14) en el fútbol europeo en la historia, superando inclusive a Iván Zamorano (13).

"Hoy me río por todo lo que me tocó vivir, pero esos primeros meses en Italia fueron durísimos", confiesa "Pajarito", que por ese entonces ya asomaba como uno de los jugadores con mayor proyección del país: "Llegué lesionado. En un amistoso de la Sub 23 que iba a Londrina me fracturé el quinto metatarsio, así es que todo arrancó mal. Imagínate, vivía en un hotel en Bari, sólo me sacaban para hacer la rehabilitación, porque no podía caminar solo y me llevaban de vuelta. No conocía el idioma y nevaba día por medio. Súmale que en esos años las comunicaciones no eran como ahora, todo salía carísimo. Más de alguna vez lloré solo, ahí en la pieza. Pero siempre me negué a volver".

Quizás otro regresaba a Chile.    

Se me pasó por la cabeza muchas veces, pero después me convencía que podía torcer el destino. Así pasé casi un año medio, jugando poco, acostumbrándome a otro estilo de juego. Mi físico no estaba preparado para tal exigencia.

 De eso ya pasaron 13 años.  

Ya había perdido la cuenta. Y es que en parte cuesta a veces asimilar todo lo que viví, sobre todo porque salí con 19 años desde Chile. Lo que más me duele, más allá de que deportivamente me ha ido bien, son todos los momentos familiares que me perdí. Los cumpleaños de mi mamá, mis sobrinos, eso no lo recuperas nunca. Por suerte ya sé que me queda menos en Europa.

¿Y qué ha sido lo mejor de todo este tiempo en Europa?

Muchas cosas. Para empezar, no sabía que era el futbolista chileno en la historia con más temporadas consecutivas en esta parte del mundo . No es fácil tener un reconocimiento importante en Italia. Pero hay algo que quizás pueda sonar gracioso y que al mismo tiempo lo agradezco muchísimo.

¿Qué cosa?

Tantos años afuera me convirtieron en un tipo totalmente anónimo en Chile. Acá puedo caminar libremente por la calle y nadie me reconoce. Ni para tomarse una fotografía conmigo. Lo extraño es que allá en Italia no ocurre. Me cuesta hasta salir a comer a un restaurante, porque los hinchas son muy fanáticos y no te dejan tranquilo. Y por mi personalidad algo tímida, no me gusta tener los ojos de la gente encima, entonces paso más tiempo en mi casa en Parma.

Quizás si hubiese jugado más en la Selección no podría caminar tan tranquilamente en Chile.

Puede ser. Y la verdad es que siempre me hice esa pregunta.

¿Cuál?

¿Qué habría pasado si hubiese tenido realmente una oportunidad en la Selección? Porque hasta el día de hoy me pregunto por qué no jugué en la Selección. Pero si jugó.      

A ver, tengo 20 minutos oficiales ante Uruguay en 2001.

¿Sólo 20 minutos?

Sí. Y después algunos amistosos. O sea, casi nada. Y la verdad es que no sé qué hice mal en mi carrera para no tener más chances. Todos han tenido una oportunidad real, menos yo. No sé qué hice mal.

Habría que preguntarles a los técnicos que han pasado por la "Roja".

A mis amigos les digo, medio en broma, que a lo mejor para los seleccionadores era extranjero.

¿Quizás no era carismático?

No sé si me faltó ser polémico, hablar más en los diarios o derechamente ser farandulero, para ser nominado. Siempre creí que el trabajo silencioso a la larga daba resultados. Pero al menos para ser llamado a la Selección no fue suficiente. Pero me equivoqué.

¿Ya perdió las esperanzas de volver a la Selección?

La ilusión nunca se pierde. Pero al mismo tiempo, no soy un jugador de Selección. Mi nombre nunca sale ni siquiera como rumor cada vez que viene una nueva convocatoria. Y eso es porque no me llamaron nunca. Si no lo hicieron antes, por qué lo van a hacer ahora, cuando tengo casi 32 años. Le duele el tema.

Es que el sueño de todo jugador es estar en la Selección. Y creo que hice los méritos suficientes para haber sido llamado más veces.

¿Otros no tuvieron méritos?

Sin dar nombres, cuántos jugadores fueron convocados aun cuando tenían seis, ocho meses sin jugar. De verdad, sentía envidia sana por ellos. Imagínate que en un momento pensé ir a jugar a Chile seis meses para que me vieran de cerca. Para demostrar que podía tener un lugar en alguna nómina.

A lo mejor le faltó jugar en un equipo grande de Italia o ser campeón en Europa.

¿Cuántos jugadores que han ido a la Selección jugaron en equipos grandes en Italia? Pero ya está. Lo que he conseguido en mi carrera me deja muy tranquilo. Fui casi siempre titular. Sólo me faltó jugar más en la Selección.