A sus 53 años, Jaime Vera es un hombre sin complejos. El último se lo extirpó a los 30. O más bien se lo reconfiguró, cansado de las bromas por su prominente nariz. El técnico de Deportes Iquique, único líder del Apertura, quiso ser entrenador antes que futbolista. Fue parte del legado que le dejó su padre Roberto, a quien desde los ocho años acompañaba a dirigir el equipo del barrio, el Santa Teresita, ahí donde el Pillo también hizo sus primeras figuras con una pelota.
"Me gustaba ver a mi papá dar las instrucciones. Era bien rústico: "¡Oye hueón, si tienes que pegarle al arco, pégale hueón. No sean ahueonaos! Los jugadores después se reían".
¿Buena escuela?
¡Claro! Después, cuando era jugador de Colo Colo, buscaba rivales para el equipo del cuerpo técnico. Entrené a Salah, por ejemplo.
¿Y ahora trata a sus jugadores con garabatos?
No, eso no lo puedo hacer.
En esta época de escuelas técnicas, bielsista, sampaolista, guardiolista, etc... ¿Con cuál se identifica?
Soy yo nomás. Trabajo en el fútbol porque me gusta, porque lo considero mi pasión, le he dedicado una vida. Me identifico con el juego técnico, con el juego vistoso, que haga ver mal al rival. Obviamente que veo mucho fútbol, estudio distintos sistemas y todos tienen algo bueno. Con todos, puedes fracasar o te puede ir bien.
¿Le gusta esto de las modas de las escuelas?
Es que eso no es de ahora... Es de toda una vida. Usted es un hombre joven, qué edad tiene...
No tan joven, tengo 40.
Acuérdate de que en la época de Mirko Jozic (1991), todos jugaban a lo Jozic. En su momento todos hablaban de Fernando Riera, del Zorro Álamos. Eran escuelas. Borghi en Colo Colo. Son estilos, que después la gente identifica como moda. Después llegó Bielsa y después Sampaoli...
¿Pero son escuelas o son modas?
No sé qué son. Escuelas, modas, no sé. Lo único que sé es que en el fútbol uno tiene que jugar mejor que el otro para ganar. Y eso no cambiará nunca. El jugador sobrepasa a todas las modas y a todos los sistemas de juego. Cuando tienes un buen jugador, que sabe jugar al fútbol, ya tienes mucha de la tarea lista como entrenador.
¿Cómo es eso de un futbolista que sabe jugar fútbol?
Hay muchos futbolistas que juegan bien, pero no saben jugar fútbol. No conocen el fútbol. Pero el jugador que conoce este deporte y sabe lo que tiene que hacer, ese está por sobre cualquier sistema.
¿Cómo usted distingue a un futbolista que puede jugar bien y otro que sabe jugar fútbol?
Un jugador bueno, un pichanguero, es el que se pasa uno, dos y hasta tres, pero termina mal la jugada. El buen jugador, el que te sirve, es el que se pasa uno o dos, pero termina la jugada con un pase gol o con un gol. O un defensor que sale jugando en lugar de reventarla o tirarla afuera.
¿Usted era pichanguero o sabía jugar fútbol?
Yo era un pichanguero. Después llegué a Europa y ahí me transformaron en un jugador de fútbol. Me enseñaron a ser rápido, a jugar a uno o dos toques, a ser más activo. Mi técnico era holandés, práctico, dinámico y también me exigía elegancia. Ahí entendí cómo era esto.
¿Se preocupa de que sus jugadores sean buenos futbolistas y no pichangueros?
Sí. Les obligo en los entrenamientos a jugar a dos toques. Control y pase, y si pueden jugar de primera, mejor.
¿Y qué hace con los habilidosos?
La habilidad es como andar en bicicleta. No se te olvida nunca. Por más que tú lo hagas entrenar a dos toques, el hábil cuando tenga que enfrentar a un rival, se lo pasará, porque la habilidad la tiene en los genes. Sí me preocupo de hacerlos más eficaces.
¿Sus jugadores han mejorado bajo su dirección técnica?
Sí, en todo sentido. En la parte física, en la parte futbolística, en los resultados. Y no es porque tengamos la varita mágica para hacerlos mejor, sino porque ellos tenían potencial y había que exigirles y trabajarlos.
¿Le costó hacer ese cambio?
Sí, nos costó mucho. A los jugadores y también a nosotros. Sabemos que exigiendo y con el trabajo que hacemos, vamos a mejorar.
Le molesta que se hable más de técnicos extranjeros que de los chilenos. No se habla de Jaime Vera, técnico del puntero...
La verdad nunca he sentido envidia contra nadie. Aquí cada uno hace su pega, cada uno está donde está porque quiere o por lo que se merece. Lo que sí tengo claro es que si llegamos a ser campeones, si Deportes Iquique sale campeón, no será moda ni escuela, van a decir que fue raja.
¿Quiere decir que al técnico chileno no se le reconoce?
Cuando Pellicer fue campeón con Huachipato, no fue moda, fue casualidad, en el buen sentido. Cuando Mario Salas fue campeón con la UC, se dijo que fue el campeón menos malo. Y sé que salieron campeones porque trabajan muy bien, pero se acostumbra a no dar los méritos al equipo que se lo merece, al trabajo de sus técnicos. Ahora somos punteros porque el torneo es malo.
Se nota que el tema le enoja.
Me molesta, mucho, porque los entrenadores chilenos también tienen buenos argumentos. Lo que sí, no nos sabemos vender. Por eso al técnico chileno le cuesta mucho partir al extranjero.
¿Tiene un podio de técnicos chilenos, del medio local?
Mario Salas; Coto Sierra, que acaba de irse; Pellicer, por su experiencia, por el fútbol que practica.
¿Y no piensa en Nico Córdova y su campaña con Palestino?
Es que es joven el Nico, todavía.
Se dice que es el técnico del futuro, incluso de la Selección...
Ojalá. Córdova ha aprendido de todo el tiempo que estuvo jugando en Europa, pero es joven, que tiene mucho todavía que vivir, mucho que equivocarse. Pero lo ha hecho bien y ojalá que mantenga ese nivel. Lo que pasa es que no es fácil mantenerse arriba. Puedes tener un partido bueno y después tres malos y ya no eres el mismo técnico de antes.
¿Por qué no se pone en el podio?
No me gusta hablar de mí, evaluarme frente al resto.
¿Y sus colegas lo tienen en el podio?
No lo creo, pero no es algo que me quite el sueño. Duermo tranquilo. He hecho lo que tengo que hacer, porque lo he querido. He dado una vuelta muy larga como técnico, he dirigido a niños, adultos, amateurs, he dirigido en Tercera División, Segunda; he estado en la selección chilena, donde dirigí cuatro partidos. No ganamos ninguno, pero fueron cuatro.
Pero queda en su currículo...
Claro... he hecho todo lo que debe hacer un técnico. Una vez un entrenador me dijo: "No te apures". Fue Pedro Morales. Me dijo que tengo que ir quemando las etapas y eso me ha ayudado, porque he tenido una buena estabilidad personal, económica, porque muchos otros técnicos quieren dar la vuelta corta, para ganar dinero. En mi caso no ha sido así, no es que tenga mucho dinero, pero he sido ordenado y con los años me he ido fortaleciendo como entrenador y esa es una buena metodología.
¿Ya es hora de pasar a un equipo mayor? ¿Colo Colo, por ejemplo?
No depende de mí.
¿Y se siente preparado?
Absolutamente, pero eso ya no depende de mí. Depende de la gente que quiera fijarse en mi trabajo y que diga "ya, este es el tipo que debe estar en nuestro equipo".
¿Cuándo termina su contrato?
En mayo.
¿No lo han llamado de otros clubes?
No, porque el campeonato está muy peleado, entonces están casi todos preocupados más de este torneo.
¿Su teléfono está abierto para ese tipo de llamados?
Mi teléfono está abierto para todos. Siempre ha sido así. Nunca apago el teléfono, nunca me cierro a hablar con nadie. No puedo cerrar las puertas, nunca lo hice ni como jugador ni como entrenador. Lo que sí, le debo mucho respeto a la gente de Iquique, que ha confiado dos veces en mí y definitivamente acá me ha ido bien.
¿Cree que la Selección está vetada para el técnico chileno?
No. Es cosa que los directivos que manejan el fútbol chileno tengan confianza en el DT chileno.
Esa confianza, hoy al menos, no existe, salvo que sea Pellegrini...
Escuché que alguna vez Mario Salas estuvo entre las posibilidades. Pero es cierto que los chilenos nunca han sido bien considerados y la verdad no sé por qué no nos queremos. Siendo un país tan preocupado de todas estas cosas de "si es chileno, es bueno", en estas cosas me parece que no nos queremos demasiado. Y sigo teniendo mucha fe en los técnicos chilenos. Debe ser culpa nuestra también.
¿Y tiene fe en el futbolista chileno?
Sí, por supuesto.
¿Clasifica Chile a Rusia?
Bueno... dependerá de los dos partidos que vienen, que son esenciales. Eso marcará la pauta de si Chile estará en el Mundial o no. Pero independientemente de eso, el jugador chileno está muy bien considerado.
Ya, ¿pero qué viene después de la llamada generación dorada?
Poco, porque se han insertado pocos jugadores en la Selección. Eso es culpa de la formación de jugadores, porque Chile tiene talento, pero hay que encontrarlo y hay que trabajarlo. Mucho talento se pierde porque no lo buscamos y cuando llegan a los clubes, no lo formamos, porque no hay buenos formadores.
¿Le ha gustado la era Pizzi?
Es que yo lo miro más como hincha. Cuando veo a la Selección me saco el buzo. Veo tranquilo los partidos, sin hacer críticas ni análisis.
¿No lo compara con Sampaoli?
Es que todos los entrenadores tienen su sello.
¿Cuál es el sello de Pizzi?
Es un equipo que no presiona tanto, más tradicional. Es más equilibrado, no piensa sólo en ir a presionar arriba, sino también tiene equilibrio defensivo. Y le ha ido bien así, no olvidemos que ganó la Copa América Centenario.
¿Además de la Selección, en qué otro momento se saca el buzo?
Es la única ocasión. Todo lo demás lo hago con buzo. No dejo nunca de pensar en qué podríamos mejorar.
¿Y no se cansa?
Claro, disfruto poco...
¿Del fútbol o de la vida?
Disfruto poco de la vida, porque estoy muy pendiente de mi profesión. Pero no se me cae el pelo ni me salen canas, aunque dicen que a los indios no les salen canas. En realidad es lo que me gusta y no me veo haciendo otra cosa que no sea jugar al fútbol o verlo o dirigiendo. Es lo que he hecho toda mi vida.
¿Iquique sale campeón?
Ojalá. Sería muy bonito para el club, para la ciudad...
¿Pero cuándo usted pasó del "vamos bien" a decir de verdad Iquique puede ser campeón?
Es que no podemos hacer eso, porque hay otros equipos cerquita nuestro. La UC viene pisando fuerte, Unión Española tiene un muy buen equipo, está todo muy apretado.
Iquique enfrenta a la UC en la penúltima fecha...
Ahí se definirá el campeonato. Tenemos el sueño, que es gratis, y la ilusión, que también es gratis, de pelear el campeonato.
¿Quiénes en su plantel deben ponerse el equipo al hombro?
El equipo completo. Cada vez hay menos caudillos y se está fortaleciendo más el grupo. Ya pasó de moda eso de jugadores que se echan el equipo al hombro. Veo jugar a Messi, por ejemplo, y brilla porque tiene compañeros que son extraordinarios.
¿El mejor futbolista chileno?
Arturo Vidal, sin lugar a dudas.
¿Es soberbia esta generación?
No son soberbios. Son grandes personas.
¿Ha conocido algún futbolista soberbio?
Caszely era soberbio. Dentro de la cancha era soberbio para jugar, pero tenía tanta capacidad, que nadie podía decirle nada. Fuera de la cancha es una persona extraordinaria.
¿Un técnico debe mentir?
Un técnico jamás debe mentirles a sus jugadores. Es lo peor. Si un jugador es feo, hay que decirle que es feo. Una sola vez, con eso basta.
¿Le ha dicho feo a algún futbolista?
A muchos, que aprovechen de casarse ahora que están jugando, porque después no podrán. No daré nombres, pero he dirigido a jugadores muy feos.
¿Y usted era de los feos? ¿Se lo dijeron cuando jugador?
Nunca me dijeron feo, pero sí que era narigón. Y por eso me operé la nariz. Sentía un complejo. Igual quedé feo, pero con la nariz como yo quería.