En Camino a casa, el libro más aplaudido del colombiano Jairo Buitrago, una niña de nombre desconocido pasea por el centro de una ciudad empobrecida y desolada junto a un león. La niña va rumbo a su hogar, a buscar a su hermano pequeño y a preparar la cena para cuando llegue mamá del trabajo. En menos de 30 páginas, con dibujos coloridos, Buitrago muestra una situación que comparten niños no sólo de Colombia sino también de Latinoamérica y el mundo.
El escritor e ilustrador Jairo Buitrago (Bogotá, 1970) es autor de un puñado de cuentos y novelas gráficas para niños amenazados por la adultez. Una de sus últimas entregas es Dos conejos blancos (2015), el relato de inmigrantes mexicanos en EEUU. "Todo este trasfondo es social o político, porque afecta a los protagonistas. Yo no busco hacer un análisis concreto del problema, quiero mostrar a una niña que descubre el mundo como cualquier otra; los colores, los animales, el paisaje, las estrellas en el cielo… esto es más importante para ella en su mundo que las penurias del viaje".
Buitrago visita Chile para participar en la Cátedra en Homenaje a Roberto Bolaño en la Facultad de Letras de la UDP. Mañana, a las 11.30, dará la conferencia "El ejercicio paciente de la contemplación. La libertad narrativa en los libros ilustrados."
El autor ha colaborado también con otros ilustradores como el chileno Alberto Montt o el peruano Rafel Yockteng, con quien publicó Emiliano (2007), Camino a casa (2008), y Eloísa y los bichos (2012). En este último se aproxima al problema de las migraciones. ¿Sus historias pueden entenderse si son leídas fuera de Latinoamérica? "A lo mejor sí", responde. "Eloísa es un personaje de corte universal, los niños refugiados en Siria podrían entender el tono e identificarse con las angustias del personaje".
Hace unas semanas en Colombia se votó un plebiscito para aprobar o rechazar un acuerdo de paz del Gobierno con las FARC. En la votación ganó la opción No, por lo que no habrá acuerdo. Buitrago cuenta que votó por el Sí, y dice estar decepcionado de la política en su país. En sus relatos el conflicto siempre ha sido un tema central y sus consecuencias son el escenario de sus protagonistas. "Los efectos de la violencia están presentes en mis obras; la desaparición forzada, los desplazados, la pobreza, todo son consecuencias de las complejidades sociales de mi país. No me interesa hacer crónicas de la guerra actual. Me interesa la historia como reflejo de nuestra realidad".