James Cameron encontró ideas para secuela de Avatar en el fondo del lago Baikal
El cineasta celebró su cumpleaños número 56 sumergido en el lago más profundo del planeta.
El cineasta canadiense James Cameron, que celebró sus 56 años sumergido en un batiscafo ruso en las aguas del Baikal, reveló hoy que en el fondo de ese lago siberiano ha encontrado nuevas ideas y personajes para la secuela de su último éxito, "Avatar".
"Imagínense: la próxima parte de 'Avatar' se desarrolla en el océano de Pandora. Y para algunos de sus habitantes servirán de prototipo las criaturas que he observado durante mis inmersiones", explicó Cameron en una entrevista con el canal de televisión Rossía-24.
Según el director y productor cinematográfico, en el fondo del Baikal, que es el lago más profundo del planeta, "hay unas criaturas muy pequeñas, pero si las agrandamos obtendremos unos seres muy interesantes".
Con una superficie de 31.500 kilómetros cuadrados, 636 kilómetros de largo y 23.400 kilómetros cúbicos de agua, el Baikal supera con creces el volumen conjunto de agua de los cinco Grandes Lagos de Estados Unidos y Canadá.
El lago alberga 848 especies de animales que no existen en ninguna otra parte del mundo, como la "golomianka", un pez vivíparo que habita a mil metros de profundidad, o el diminuto "epishura", un cangrejo de apenas uno o dos milímetros de longitud.
Cameron, director de películas como "Terminator", "Aliens" y "Titanic", se sumergió en las aguas del lago en el batiscafo Mir-1 pilotado por su amigo ruso Anatoli Sagalévich, oceanógrafo y presidente de la Fundación de Protección del Baikal.
"Me invitó mi amigo Anatoli Sagalévich. Me llamó y me dijo que tenía que visitar este lugar, y entonces pensé: ¿Por qué no? Llevaba cinco años sin subir a bordo de los Mir, y el cumpleaños es una buena oportunidad para hacerlo", relató Cameron.
El cineasta llegó a la región siberiana de Irkutsk, donde se encuentra Baikal, acompañado de su esposa, Susan Amis, la escritora Maria Wilhelm, autora del libro "Avatar", y los oceanógrafos estadounidenses Sylvia Earle y Michael McDowell.
"Hoy es 16 de agosto de 2010. Es mi cumpleaños, que festejo con vosotros, amigos. Estamos en el Mir a una profundidad de 258 metros y descendemos al fondo del lago Baikal. Vemos muchos peces, y la vida es magnífica", dijo Cameron a Sagalévich y Earle en unas secuencias rodadas durante la aventura y reproducidas por el canal.
Durante la inmersión, que tuvo lugar cerca del cabo Tólstiy, en la parte sur de Baikal, y que duró en total cuatro horas y media, el Mir-1 tocó fondo a una profundidad de 1.350 metros.
En la aventura participó también el segundo batiscafo, el Mir-2, pilotado por el veterano oceanógrafo ruso Yevgueni Cherniáyev, acompañado por Wilhelm y McDowell.
Los batiscafos Mir grabaron las imágenes de los restos del Titanic que fueron utilizadas después en la famosa película homónima dirigida por Cameron y ganadora de once Óscares, y en tres documentales.
Precisamente Sagalévich, quien encabeza el laboratorio científico del Instituto de Oceanografía al que pertenecen los batiscafos Mir, había acompañado a Cameron en sus viajes al fondo del Atlántico para ver los restos del transatlántico.
Recientemente, Cameron propuso utilizar los Mir rusos para detener el vertido de crudo en el Golfo de México, pero British Petroleum (BP) rechazó la propuesta.
"Hablamos durante aproximadamente un mes con James sobre este tema. Trató por todos los medios de conseguir nuestra participación en la liquidación del accidente en el golfo de México, pero la gerencia de BP se negó categóricamente", señaló Sagalévich.
Los Mir reanudaron hace unos días las inmersiones que realizan desde 2008 en el Baikal, que acoge la quinta parte de las reservas de agua dulce del planeta, para medir su exacta profundidad.
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