Japón anotó su primer déficit comercial en 22 meses en enero, debido a que las exportaciones a China y otros países de Asia se desaceleraron significativamente, según datos divulgados hoy por el Ministerio de Finanzas.

Las exportaciones crecieron un 1,4% en el primer mes del año respecto al mismo período del ejercicio pasado, mucho menos que el 7,4% esperado por los analistas y tras un alza del 12,9% durante el año pasado.

De este modo, el crecimiento anual de las exportaciones anotó su menor ritmo en más de un año en enero y la balanza comercial tuvo un déficit por primera vez en casi dos años, pero los economistas dijeron que los pronósticos del banco central de una recuperación basada en las exportaciones seguían intactos.

Según los analistas, la desaceleración de los envíos probablemente sería temporal debido a que la demanda extranjera subyacente aún es fuerte y las empresas probablemente están recomponiendo sus inventarios.

En todo caso, los datos podrían ser incómodos para el Gobierno y el Banco de Japón, dado que la tensión política en Libia y una reciente alza en los precios de las materias primas han nublado el panorama de Japón, que depende de sus exportaciones.

La mejoría en las exportaciones y la producción industrial llevó al Gobierno y al banco central a subir sus proyecciones económicas este mes. Pero la floja demanda doméstica y la persistente deflación implican que el Banco de Japón deberá ceñirse a una política monetaria ultra-expansiva.

Los envíos a Asia, que representan más de la mitad de las exportaciones niponas, aumentaron un 0,4% interanual, mientras que los despachos a China, el mayor socio comercial de Japón, se incrementaron un 1% frente al mismo período del año anterior.

La balanza comercial, entonces, registró un déficit de 471.400 millones de yenes (US$5.670 millones), lo que se compara con la mediana de los pronósticos de expertos que apuntaba a un superávit de 60.000 millones de yenes.