El gobierno de Japón decidió cerrar temporalmente su embajada en Damasco debido al deterioro de las condiciones de seguridad, informó hoy el Ministerio nipón de Asuntos Exteriores.
"Hemos decidido cerrar temporalmente la embajada de Japón en Siria a causa del empeoramiento de las condiciones de seguridad pública, incluida la capital, Damasco", indicaron en un comunicado.
La delegación nipona en ese país árabe, que opera desde 1954, ya había reducido sus actividades y suspendido sus secciones consulares y de visados el pasado 8 de marzo a causa del incremento de la violencia.
El personal de la embajada fue trasladado a la vecina Jordania, desde donde se mantendrán las operaciones diplomáticas vinculadas a Siria, según el Ministerio.
Exteriores renovó además el llamado a sus ciudadanos para que eviten viajar a Siria o abandonen el país, pese a lo cual todavía permanecen en él algo más de unos treinta japoneses, indicó la agencia local Kyodo.
El cierre de la embajada japonesa en Damasco se suma al de numerosas legaciones que también han dejado la capital siria, entre ellas las de EE.UU., Arabia Saudita o países europeos como Reino Unido, Alemania, Francia, Italia y España.
Según estimaciones de la ONU, desde el inicio de la revuelta popular contra el presidente sirio, Bashar Assad, hace un año, se han registrado más de 8.000 muertes, incluidas las de cientos de niños, así como miles de desplazamientos de personas que buscan protección en los países vecinos.