Representantes del gobierno nipón han condenado duramente la violación de una mujer japonesa supuestamente cometida ayer martes por dos soldados de la marina estadounidense en la provincia de Okinawa (sur).
Los dos militares, ambos de 23 años, fueron detenidos ayer por las autoridades niponas bajo la acusación de violar esa misma mañana a una mujer japonesa de entre 20 y 30 años.
Los militares se hallaban de paso en la isla principal de Okinawa, dado que ambos están estacionados en la base aérea y naval de Fort Worth, en el estado de Texas.
El primer ministro nipón, Yoshihiko Noda, ha calificado la supuesta violación de "inaceptable", en declaraciones recogidas por la agencia Kyodo, mientras que el ministro de Defensa, Satoshi Morimoto, ha tildado el caso de "atroz".
El embajador de Estados Unidos en Japón, John Roos, ha transmitido, a su vez, "la preocupación" de Washington por el caso y ha mostrado la disposición del Pentágono "a cooperar plenamente con las autoridades japonesas en su investigación".
El incidente se produce en un momento en que el sentimiento antiamericano se ha incrementado en Okinawa, provincia que acoge la mayor parte de las tropas estadounidenses en Japón, ante el reciente despliegue ahí de los controvertidos aviones Osprey, envueltos en varios accidentes durante los cinco años que llevan operativos.
La población de Okinawa ha protestado durante años por el excesivo despliegue militar en sus islas y los riesgos para la seguridad ciudadana que implica la cercanía de bases aéreas a zonas muy pobladas, así como por los crímenes cometidos por miembros de las Fuerzas Armadas estadounidenses en la región.
El más grave tuvo lugar en 1995 cuando tres soldados de una base de Okinawa secuestraron y violaron a una niña de 12 años.