Las autoridades de regulación nuclear de Japón ordenaron el miércoles que no se efectúe ninguna operación para la puesta en servicio nuevamente de la planta nuclear experimental de Monju hasta que no haya mejoras en la gestión de los problemas de seguridad.
Esta prohibición de uso de esas instalaciones, que en la práctica tornan obsoleto el proyecto de reactivar Monju hasta marzo de 2014, fue adoptada después de investigaciones que mostraron negligencia y fallas en la manutención.
La empresa responsable no actuó en los plazos acordados en los controles de seguridad periódicos en cerca de 10.000 de las 39.000 piezas de equipos en el complejo.
Así, la autoridad reguladora exigió a la empresa operadora del prototipo situado en Tsuruga que modifique profundamente las reglas de manutención.
La construcción del complejo de Monju y de su sistema de neutrones rápidos, que utiliza una mezcla de óxidos de plutonio y de uranio, fue iniciada en 1985 y el reactor fue puesto en marcha en 1994.
Sin embargo, en 1995 un accidente obligó a su cierre. La planta pasó 14 años en reformas y reabrió a inicios de 2010, pero otro incidente motivó nuevamente su cierre a fines de ese mismo año.
El desastre de marzo de 2011, cuando un terremoto y un maremoto devastaron Japón y destruyeron la central nuclear de Fukushima, provocó una completa reorganización de la reglamentación de las instalaciones nucleares en el país.