Japón advirtió el martes que las "acciones peligrosas" de Beijing, que reivindica un archipiélago controlado por Tokio en el mar de China Oriental, podrían tener "consecuencias no deseadas".
En noviembre pasado, China anunció la creación de una "zona aérea de identificación", que cubre una gran parte del mar de China Oriental, entre Corea del Sur y Taiwán, y comprende el archipiélago de las Senkaku, que Beijing reivindica bajo el nombre de Diaoyu.
En su libro blanco anual de Defensa, Japón afirma estar "sumamente preocupado" por la creación de esta "zona aérea de identificación", una iniciativa que "lo único que provoca es una escalada y podría tener consecuencias no deseadas". También recalca que el presupuesto militar chino ha aumentado constantemente y de modo relevante en los últimos 10 años.
En su primera reacción, China acusó a Japón de realizar "acusaciones sin fundamento".
Japón "alega deliberadamente 'una amenaza china' como un pretexto para desarrollar su producción de armamento. China se opone a ello con firmeza", estimó en su portal de internet el ministerio de Defensa chino.
Las relaciones entre Beijing y Tokio, las dos mayores potencias de Asia, se han ido deteriorando desde finales de 2012 debido a este disputa territorial, pero también a querellas históricas.
Las Senkaku/Diaoyu, nacionalizadas por Japón en septiembre de 2012, están situadas a 200 km al noreste de Taiwán, que también las reivindica, y a 400 km al oeste de Okinawa (sur de Japón).
Beijing envía con frecuencia barcos y guardacostas a la zona, cruzándose con las embarcaciones japonesas, lo que hace temer un incidente armado.