El Gobierno japonés ejecutó hoy a tres presos, los primeros ajusticiados desde que llegó al poder el pasado diciembre el primer ministro conservador, Shinzo Abe, según informó el ministerio de Justicia nipón.

Los tres presos, que fueron ejecutados en la horca como establece la ley nipona, tenían 29, 44 y 62 años y todos fueron condenados a la pena capital por asesinato. 

Japón es el único país industrializado y democrático que, junto con EE.UU., mantiene la pena capital y donde actualmente hay 133 reos en el corredor de la muerte, la cifra más alta desde 1949 cuando se empezó a facilitar este tipo de estadísticas.

Un total de nueve personas fueron ejecutadas durante los tres años del anterior Gobierno del Partido Democrático de Japón, en el que se produjo un debate importante sobre la pena de muerte, una medida que apoya la mayoría de los japoneses.

Masahiro Kanagawa, de 29 años, fue ejecutado hoy en Tokio por haber asesinado a dos personas y herir a otras en la provincia de Ibaraki (al norte de Tokio o Chiba) en marzo de 2008.

Otro de los ejecutados, Kaoru Kobayashi, de 44 años, murió esta mañana en la horca en Osaka (oeste) tras ser condenado por secuestrar y asesinar a una niña de 7 años en la provincia de Nara (oeste) en noviembre de 2004.

Keiki Kato, de 62 años, fue ejecutado en Nagoya (centro) tras ser condenado por matar a la dueña de un bar del que se quería ir sin pagar.

La última vez que Japón aplicó la pena capital fue en septiembre de 2012 cuando ejecutó a dos reos, entre ellos la primera mujer en 15 años.