Un millar de opositores antinucleares se manifestaron hoy en Tokio justo un año después del accidente de la central atómica de Fukushima, por el cual el operador Tokyo Electric Power (Tepco) reiteró sus excusas.
"Detengan los reactores ahora" gritaban los manifestantes delante de la sede del grupo en la capital, con el puño en alto y haciendo sonar tambores, rodeados por varias decenas de policías.
"Pedimos a Tepco que cesen de aumentar las cargas que pesan sobre nosotros", declaró un organizador, Manabu Kurihara, agregando "no toleraremos que la empresa trate de indemnizar al mínimo posible a las víctimas".
Unas horas más tarde, unas mil personas se habían congregado en el parque Hibiya en el centro de la capital para expresar su rechazo a la energía atómica y para rendir homenaje a las víctimas de sismo y del tsunami, a la hora precisa, en que se produjo la catástrofe hace un año.
El presidente de Tepco, Toshio Nishizawa, viajó a la devastada instalación de Fukushima Daiichi, participando en el minuto de silencio junto a los trabajadores y pidiendo perdón por este accidente. "Pedimos excusas ante los habitantes de la región y ante la sociedad por los problemas e inquietudes provocadas", declaró.
"Hemos recibido severas críticas y vamos a corregir lo que tiene que corregirse", agregó.
Poco más tarde, en conferencia de prensa, otro alto ejecutivo de Tepco prometió hacer todos los esfuerzos para indemnizar a las víctimas del desastre.
La vida de más de un millón y medio de personas de la provincia de Fukushima fue trastrocada por el desastre, entre las cuales unas 160.000 debieron abandonar sus hogares y sus bienes debido a la contaminación radiactiva.
Acusada de tratar de limitar al mínimo las indemnizaciones entregadas, la dirección de Tepco afirmó el domingo que no trataba de eludir sus responsabilidades.
NODA
Por su parte, el primer ministro, Yoshihiko Noda, precisó en conferencia de prensa que el gobierno quería hacer todo lo posible para que los ciudadanos no tengan la impresión que el tratamiento del accidente y la reconstrucción no avanzan suficientemente rápido.
Una zona de 20 kilómetros en torno a la central Fukushima Daiichi fue declarada prohibida debido a las emisiones radiactivas provocadas por la fusión del combustible en tres reactores de seis, privados de enfriamiento hidráulico luego del tsunami.
Se necesitará al menos 40 años para desmantelar el complejo atómico situado a 220 kilómetros al norte de Tokio.
El gobierno, que reconoce la posibilidad de la ausencia total de electricidad de origen nuclear este verano (boreal), indicó que el gobierno iba a evaluar de nuevo las necesidades para tomar medidas para completar el déficit de producción.