El gobierno de Japón develó el martes un nuevo paquete de estímulos económicos por US$81.000 millones que buscará evitar que la segunda economía más grande del mundo vuelva a caer en la recesión.
A pesar de una reducción en los ingresos por impuestos, el primer ministro japonés Yukio Hatoyama y su gabinete acordaron invertir 7.200 billones de yenes (US$80.600 millones) en nuevos gastos luego de días de negociaciones con sus socios de la coalición.
El anuncio era esperado el viernes pero tuvo que ser aplazado debido a la discusión que se estableció debido al tamaño del paquete económico.
El enorme paquete subraya la necesidad que tienen las mayores economías de fortalecer a sus economía, que aún están demasiado frágiles como para intentar avanzar sin ayuda gubernamental a pesar de que se está gestando ya una recuperación de la recesión mundial.
En Asia, donde las economías están basadas en sus exportaciones, están esperando que la demanda de sus productos por parte de Europa y Estados Unidos mejore notablemente y no de la manera tibia como lo han hecho hasta ahora.
Por ello, se ha buscado reducir la dependencia en el comercio mediante el impulso al consumo interno aunque se espera que se necesitará que pasen varios años antes de que estos planes comiencen a dar frutos.