Ocho naves gubernamentales chinas entraron este martes en las aguas territoriales de las islas Senkaku administradas por Tokio pero reivindicadas por Pekín, el mismo día de una importante visita de diputados japoneses al controvertido santuario Yasukuni, en Tokio, informaron los guardacostas japoneses.

Esta es la primera vez que tantos barcos gubernamentales chinos entran juntos a la zona de 12 millas náuticas (unos 22 km) que rodean estos islotes del Mar de China Oriental, luego que esta disputa territorial se agravase cuando Japón los nacionalizara en parte, en septiembre.

"Protestamos enérgicamente ante China", declaró el portavoz del gobierno japonés, Yoshihide Suga, en una conferencia de prensa.

China reinvinca, bajo el nombre de Diaoyu, esos islotes deshabitados administrados por Japón y envía con frecuencia barcos, y en algunos casos aviones a sobrevolar el archipiélago, sobre todo después que el gobierno japonés comprara tres de las cinco islas a su propietario privado japonés.

Un movimiento nacionalista japones, Ganbare Nippon, anunció en paralelo haber enviado nuevos barcos pescqueros, con 150 personas a bordo, a la misma zona, para dar apoyo a la soberanía japonesa sobre el Senkaku.

En paralelo, unos 170 diputados japoneses visitaron este martes el controvertido santuario shintoísta de Yasukuni, en Tokio, que honra a 2,5 millones de soldados japoneses que murieron por su país, entre ellos 14  responsables hallados culpables de crímenes de guerra por los aliados después de la Segunda Guerra Mundial.

Este lugar es visto por los chinos, y también por los coreanos, como un símbolo del pasado militarista de Japón y las visitas de altos funcionarios japoneses al lugar suelen provocar críticas en Pekín, Seúl y Pyongyang.

Así, Corea del Sur ha decidió el lunes a cancelar un viaje a Japón del jefe de su diplomacia, al tiempo que China protestaba tras la visita de tres ministros japoneses al santuario, el domingo, entre ellos el viceprimer ministro, Taro Aso.