La situación en Fukushima llegó a tal complejidad que las autoridades japonesas pidieron a Rusia un equipo que permite procesar los vertidos radiactivos líquidos producidos tras los daños de la central nuclear de Fukushima.

El consorcio estatal atómico ruso, Rosatom, dijo que dicho equipo puede ser trasladado a la zona en un plazo breve de tiempo. Se trata de "Landish", un aparato que fue precisamente ideado en su momento con financiación nipona para poner fuera de servicio los submarinos atómicos soviéticos, puede procesar hasta 70 toneladas de residuos radiactivos líquidos por día.

"En los bloques 1 y 3 se ha restablecido el suministro eléctrico y han comenzado a funcionar las mangueras para el bombeo de enfriamiento", aseguró Serguéi Nóvikov, director de comunicaciones de Rosatom.

Desde el terremoto del 11 de marzo, operarios japoneses luchan día y noche por devolver la refrigeración a los reactores de Fukushima, pero sus tareas se enfrentan a constantes problemas.

Ahora el más acuciante es el agua radiactiva que inunda algunos edificios de la central, que resultó averiada tras el fuerte terremoto y posterior tsunami.

Precisamente, la empresa Tokio Electric Power (TEPCO) comenzó hoy a lanzar al mar miles de toneladas de agua radiactiva de Fukushima para facilitar las tareas de sus trabajadores, a los que la contaminación impide avanzar en algunas zonas.

La operación implicará arrojar en las próximas horas al océano Pacífico 11.500 toneladas de agua procedente de depósitos especiales y del sótano de los reactores 5 y 6, las únicas de las seis unidades de la central que están por ahora controladas.

El objetivo es dejar espacio en los depósitos para almacenar el agua altamente radiactiva que inunda los edificios de turbinas de los reactores 1, 2 y 3 y que dificulta seriamente las labores de los operarios para enfriar esas unidades.