Tras la catástrofe en la central nuclear japonesa de Fukushima, el gobierno japonés tiene previsto realizar en todos los reactores del país pruebas de estrés, informó el ministro de Industria, Banri Kaieda, según agencias de noticias niponas.

Para evitar dificultades con el suministro de energía, el gobierno instó a volver a poner en funcionamiento para los próximos meses las centrales atómicas que fueron apagadas para las inspecciones.

Sin embargo, enfrenta la oposición de las comunidades cercanas a las plantas nucleares, que exigen medidas de seguridad más estrictas.

En el verano (boreal), la demanda de energía en Japón registra una fuerte subida por la gran cantidad de aparatos de refrigeración y, para evitar cortes de electricidad, se le solicitó a la población ahorrar energía.