La revelación de la temporada en el tenis chileno se llama Nicolás Jarry. A sus 19 años, ha trepado más de 650 lugares en el ranking y ya se ubica 224° del mundo. Su abuelo, Jaime Fillol, llegó a ser 14º en 1974 y es uno de los fundadores de la Asociación de Tenistas Profesionales. Ambos llevan la raqueta en la sangre y aceptan con gusto conversar para La Tercera sobre su pasión más grande, en el Club Santuario del Valle.

Nicolás Jarry (NJ): ¿Cómo entraban a la cancha cuando jugabas?

Jaime Fillol (JF): Cuando yo empecé a jugar ni siquiera había ATP, no había una reglamentación apropiada. En los cambios de lado no había sillas para sentarse. Uno no descansaba en los cambios de lado.

NJ: ¿Nunca?

JF: No. Sólo se cambiaba de lado. Por eso si nos íbamos al cuarto set, teníamos 10 minutos de descanso. Pero en los cambios de lado uno pasaba por el lado, se tomaba un juguito o un agua; arreglaba el mango de la raqueta, porque estaba todo transpirado, lo secaba o le ponía un grip y seguía. Y al entrar a la cancha, también. Si no había donde sentarse, uno dejaba las cosas al lado del árbitro y sorteábamos con la raqueta. En este caso era Maxply o Dunlop. Si era Wilson, era W o M.

NJ: ¿En los torneos grandes?

JF: Sí. No era que el árbitro se juntara con nosotros al centro de la cancha. No había una introducción. Si era en una cancha importante, alguien con locución o el árbitro decía "a mi derecha…". Presentaba a los jugadores... Uno elegía lado o servicio y empezaba el peloteo. Cuando el árbitro decía "listo", empezábamos ahí mismo. Hoy la costumbre es distinta: el árbitro dice "listo" y los jugadores vuelven al banco a hacer un último arreglo o tomar el último sorbo. Tampoco había un reloj que nos dijera el tiempo. Lo que hoy vives con el reglamento, Nico, parte el año 73 con la creación del ATP, cuando se empieza a normar efectiva y objetivamente la participación. El reglamento del tenis es el mismo de siempre, pero antes no existía el código de conducta ni otras cosas.

NJ: ¿Las reglas empezaron porque la gente hacía más tiempo?

JF: Se prestaba para que hubiera arbitrariedad, porque había un jugador que podía pensar "lo voy a empezar a molestar sicológicamente desde ya y no le voy a pelotear muy bien. No le voy a dar ritmo en el peloteo. O me voy a demorar harto en el cambio de lado y cuando me toque servir voy a buscar la toalla por allá". Generar una comunicación de maña… Realmente para un joven pensar cómo era antes es bastante difícil, porque las cosas son distintas. Antes jugábamos con pelotas blancas y en muchas partes era una pelota local. Por ejemplo, cuando íbamos a Argentina jugábamos con una pelota argentina marca Lincoln, que tenía características propias. Íbamos a Brasil jugábamos con las pelotas marca Mercure, hechas en Brasil.

NJ: Igual mejor… Yo prefiero eso.

JF: Qué bueno que pienses así. Yo lo pienso desde el punto de vista de un tenista: cambiarle las pelotas es ponerlo en una situación de incertidumbre.

NJ: No, porque igual nosotros cambiamos mucho de pelotas.

JF: Comparado con lo que era antes, no creo…

NJ: No, en Challengers y Futuros nos cambian las pelotas. Hay mucha marca y creo que a nivel ATP se estandariza mucho más. Hay pelotas más rápidas, más lentas y tienes mucho más juego…  ¿Y si ibas a un lugar ya sabías cómo era la pelota?

JF: Sí, claro. Si iba a jugar a Argentina, sabía que iba a jugar con pelotas argentinas, sólo que no tenía dónde encontrarla hasta que llegara allí. Lo mismo en Brasil. O si ibas a Estados Unidos, su pelota iba más rápida que la europea.

NJ: ¿Cómo eran las raquetas?

JF: Yo ocupaba la Maxply de Dunlop. Las raquetas eran estándar, había un tamaño junior y otro adulto.

NJ: ¿Qué cambiaba entre marcas?

JF: El tipo de madera que usaban, el laminado. Se supone que las raquetas americanas, la Wilson o la Spalding, eran más duras que las inglesas, la Dunlop o la Slazenger. La característica de una raqueta de madera es tener un material más flexible, la pelota no rebota tan rápido al hacer contacto y tiene un peso superior. No sé cuántos gramos más. Al no ser aerodinámica, es más lenta al moverla en el aire y la velocidad de la pelota es menor. Aunque sé que Philippoussis hizo un test con una raqueta de madera y con una de grafito y la diferencia fue de tres millas más con la de grafito, que no es nada. ¿Nunca has probado una de madera?

NJ: No.

JF: Ésta te la estoy pasando entre comillas, porque si te la paso me la rompes con un saque...

NJ: Ja,ja... ¿Cuándo empezaron con la sala de jugadores?

JF: Siempre hubo, aunque muchos de los campeonatos se hacían en clubes, donde había un ambiente de club y había espacios exclusivos para los jugadores. Pero también había mucha relación con el socio.

NJ: A mí me toca eso. En Quito, la final del Challenger se llenó con puros socios del club. Después me sacaba fotos con los socios que jugaban, con el canchero y con el pasapelotas.

JF: Eso es bien bonito. ¿Te gustó?

NJ: Sí.

JF: Desgraciadamente al profesionalizarlo y al hacerlo más masivo, han tenido que defender al tenista de tanto acoso. Pero qué bueno que estés viviendo eso, porque eso tiene su gracia. Hay que disfrutar de eso. Ahora dime tú... Estás en un nivel de profesionalismo ciento por ciento, ¿cómo has sentido el cambio de juvenil, pasando por los futuros, y ahora con una mirada netamente profesional?

NJ: Los Futuros son más como era antes. Más tranquilo, cada uno por su lado. Vas a la cancha con el árbitro y el otro jugador. Igual como que el otro trata de ensuciarte más, no son tan correctos. Y en Challenger ya es más profesional. Siempre hay un gimnasio, hay agua y todo es mucho más fácil.

JF: En cuanto a atención al jugador no fallaban. Había buena atención y buenos camarines. Pero entiendo lo que dices sobre esa libertad para hacer más cosas. El juego sicológico existía antes de que apareciera la ATP. Muchas personas piensan que la ATP es una asociación gremial de jugadores. Y no, la ATP lo que hizo fue organizar el tenis profesional, con reglamentos. Cómo se hacía el cuadro…

NJ: ¿Cómo se hacía antes?

JF: Mira, los cabezas de serie los hacía el director del campeonato y en base a lo que él pensaba. Había algunos campeonatos donde te ponían una columna de ocho jugadores, según su prestigio, y después ocho nacionales. Y el noveno internacional decía "pucha, cómo no estoy yo de cabeza de serie, cuando soy mejor que el tercer nacional". Había muchas cosas amateur, cuando se estaba jugando por dinero y por puntos. Era una cosa contradictoria y eso hizo que nos metiéramos y cambiáramos el sistema. Por ejemplo, para inscribirse, uno mandaba una carta al director del campeonato y a lo mejor no te contestaba. Y una semana antes uno le volvía a escribir para que contestara y saber si viajabas o no.

NJ: ¿Alguien criticó el cambio?

JF: No, era lo único que queríamos. Incluso, a los que podían ser afectados por el reglamento de conducta como (Ilie) Nastase, (John) McEnroe y Jimmy Connors.

NJ: Ahora si uno habla con alguien fuera de la cancha, te castigan.

JF: Yo creo que hoy tú puedes hablar con alguien fuera de la cancha.

NJ: No se puede. Si alguien te pregunta y le contestas, el árbitro te puede castigar. Nunca a la primera, sino que te da una advertencia o te pregunta qué fue eso. Igual estamos siempre con los árbitros, entonces uno los conoce harto y hay una amistad o algo así.

JF: Y la relación con los jugadores, ¿Va cambiando de juvenil a Futuro y de Futuro a Challenger?

NJ: Es que tampoco tuve mucha relación con los Futuros. No estuve ni un año…

JF: ¿Pero en los challengers hay menos tiempo para compartir? ¿Almuerzan más separados?

NJ: Igual están todos más o menos juntos. Todos almuerzan en el club, siempre están en la misma mesa y a veces te mezclas con ellos. Depende de la ciudad, porque si es una ciudad grande con hartos restaurantes, ahí no te los topas tanto. Pero si es una ciudad chiquitita, los ves todos los días a todos en el mismo restaurant. Y si es un restaurant italiano, con mayor razón.

JF: Eso no ha cambiado, porque nosotros hacíamos lo mismo.

NJ: Los brasileños juntos, los argentinos juntos... Nosotros, que somos dos o tres en los mismos torneos, nos mezclamos con los argentinos.

JF: ¿Y alojarse en casas de familias está totalmente olvidado?

NJ: En EEUU no hay hospitalidad, pero te ofrecen quedarte.

JF: A ver, explícame eso.

NJ: A principio de año fui a unos Futuros a Estados Unidos. Podías mandar una carta al director del torneo preguntando si algún socio te podía alojar y te trataban de asignar a alguien. Nosotros nos quedamos siempre en un hotel, pero hubo un par que se quedó en casas. Por ejemplo, ahora Demoliner, con el que jugué dobles los últimos dos torneos, se fue directo a Estados Unidos y me dijo que tenía housing para las tres semanas. Le pregunté cómo lo hizo y me dijo que en uno llamó al torneo; en otro, a un amigo; y en otro, al amigo de un amigo. Hay que moverse, porque moviéndose se consigue alojamiento.  ¿Cómo fue tu primer Grand Slam?

JF: El primero fue el campeonato nacional de Estados Unidos, en Forest Hills, en el 65, con 19 años. La sensación fue increíble. La misma llegada a Nueva York fue una cosa increíble, porque volar allí ya era una cosa bastante dramática y arreglármelas para llegar al hotel oficial era mi principal temor. Ver el estadio fue impactante y hermoso. ¿Te pasó algo parecido?

NJ: Ya me pasó en juniors. Jugué los cuatro. El primero fue Australia y fue un desastre. Nunca había estado tan nervioso en un partido en mi vida. La sensación era increíble: ya estar con todos los profesionales viéndolos entrenar en la cancha del lado… Tenía expectativas de ganar, me había tocado con un wild card. Calenté bien, pero entré a la cancha y no podía más. Me tiritaba todo y no podía meter una pelota. Y después en Roland Garros me pasó lo mismo. Tratando de poner el Gatorade en polvo en el agua, lo derramé todo. No metí ni un polvito adentro del agua. ¡Todo se cayó en la arcilla! En Wimbledon estuve a punto de ganar, pero me apreté y perdí 8-6 el tercer set. Y ya en el US Open pude ganar la primera ronda. Ojalá que no me pase lo mismo ahora.

JF: Vas a estar jugando en la qualy y ese nervio es inevitable. Ojalá puedas resolver el problema. Sin vivir la experiencia de haber jugado la qualy, pienso que si la pasas y te toca en la primera vuelta de Australia contra uno de los mejores clasificados en la cancha central, también es una experiencia dura. Te cambia todo. Recuerdo que la primera vez que jugué en Roland Garros, me tocó contra Pietrangeli, que era bastante mayor pero tenía el nombre, la experiencia y la pachorra, y yo entré como tú en esa primera vuelta de Australia en junior. Va a depender del contexto y puede ocurrir en otro momento, pero sé que tienes las herramientas, has avanzado rápido y tengo confianza en que vas a seguir así. Vas a tener tus traspiés normales y una vez que te instales vas a seguir teniendo estos problemas. Eso no desaparece.