Han pasado casi diez años desde la última vez que Matt Damon se puso en la piel de Jason Bourne. Si bien el actor tenía 32 años cuando se estrenó la primera cinta sobre el personaje, Identidad desconocida (2002), y contaba con títulos como Mente indomable y El talentoso señor Ripley en su currículum, fue su actuación como el letal asesino de la CIA con amnesia el que consolidó su carrera en Hollywood.

Ahora, casi una década después de Bourne: El ultimátum (2007), Damon regresa al personaje con una película simplemente titulada Jason Bourne. Y el actor ya no tiene 36 años, sino 45. El paso del tiempo se nota, como es normal, pero también se nota en Bourne. Damon no se tiñe su pelo -cada vez más grisáceo- para volver a interpretarlo. Tampoco maquilla en exceso sus arrugas e incluso, si bien sigue musculoso, está más ancho.

Y es que Bourne, al igual que varios otros héroes de acción, ha envejecido. Sigue siendo un peligro, un luchador cuerpo a cuerpo brutal y capaz de valerse contra múltiples enemigos a la vez. Pero está más lento y no es igual que hace diez años. Al héroe de acción lo pilló el tiempo.

No es sólo que los actores los interpretan. Películas del género con protagonistas mayores no son raras desde que Liam Neeson hizo Búsqueda implacable, y ya que Schwarzenegger y Stallone nunca abandonaron estos proyectos.

Pero el caso de Bourne, y otros ejemplos como James Bond e Ethan Hunt, presentan una tendencia en particular: son personajes que han envejecido en pantalla, a la par de sus actores. La madurez del héroe de acción de antaño hoy no solo es cool, sino que además es una fórmula exitosa. No solo por razones obvias de extender la historia de taquilleras sagas fílmicas, sino porque también, amplía las posibilidades narrativas para los protagonistas.

El efecto 007

Daniel Craig, el sexto actor en interpretar a James Bond, tenía 37 años cuando grabó su primera película como el espía británico, Casino Royale. Esa fue también prácticamente la única vez que el factor edad no fue central en la historia. Para la tercera película (Skyfall), Craig y Bond ya tenían 44, hecho que la película constantemente recordaba al espectador; ya no era edad de andar en las peripecias que el espía con licencia para matar hacía de joven . El agente 007 tenía lesiones que le impedían estar en su peak físico, su puntería ya no era la de antes y parecía ser superado cada vez más fácilmente por sus enemigos. Se trató una idea que pocas veces antes se había mencionado en las más de 20 películas de la saga: mientras más pasa el tiempo, más vulnerable es Bond. La cinta fue aclamada por la crítica y se transformó en  la película más taquillera de la franquicia.

Si bien el caso de Ethan Hunt de Misión Imposible es especial, debido a las pocas señales de edad que da Tom Cruise a pesar de sus 54 años, eso no quita que es un personaje que ha estado 20 años en el cine, siendo interpretado por el mismo actor. Ha pasado de ser un agente a un líder de su organización de espías, se ha casado, separado y en la cinta más reciente, Nación secreta (2015), ya evidenciaba el paso del tiempo. La película también fue un éxito de crítica y taquilla.

Incluso se espera que Hugh Jackman para la próxima película de Wolverine, interprete a una versión mayor del personaje, a pesar de que este es prácticamente inmortal.

También hay casos que han salido menos airosos (ver recuadro), pero con críticas en su mayoría positivas, y una taquilla promisoria, Jason Bourne comienza su madurez con el pie derecho.