El martes 30 de mayo será el último día de Javier Ignacio Urrutia en La Red. El abogado anunció la mañana de ayer su renuncia a la presidencia y dirección ejecutiva del canal, luego de más de seis años.
A las 11 horas y en una reunión convocada durante la misma mañana, Urrutia le comunicó su decisión a su equipo, que reaccionó con sorpresa, y minutos antes del mediodía la señal hizo pública su renuncia.
"Esta es una decisión que venía pensando hace un par de meses; uno cumple ciclos y considero que lo que podía aportarle al proyecto de La Red había tocado un techo. Quería dejar entregados los últimos informes económicos, que son bastante buenos para un canal como el nuestro", explica el ejecutivo.
Urrutia llegó a la señal a fines de 2010, y antes trabajó en el canal RTS, parte de la empresa Albavisión del empresario de las comunicaciones Remigio Angel González, mismo propietario de La Red. Y antes de eso, fue parte de Chilevisión, como secretario general, y también como director ejecutivo, cuando debió reemplazar por un tiempo limitado a Jaime de Aguirre.
Al momento de su llegada, La Red se encontraba en Manquehue Sur 1201 (propiedad de Chilefilms), lugar en el que se fundó, en mayo de 1991. En 2012, Urrutia anunció que su casa televisiva dejaría Las Condes para trasladarse a Avenida Quilín en 2013. El cambio se concretó en 2014, cuando Mujeres primero, Mañaneros e Intrusos comenzaron a transmitirse desde los patios del nuevo recinto.
Ese año, La Red consolidó su programa estrella, el estelar de conversación Mentiras Verdaderas, con Jean-Philippe Cretton en la conducción, y marcando pauta semanalmente. Además, fue en esa época que poseía una amplia parrilla programática con variados productos propios. Sin embargo, en abril de 2015 la señal vivió un terremoto interno al anunciar el fin de su programa franjeado La tarde de todos, y luego, el cierre de su departamento de prensa, por ende, la cancelación de los informativos Hora 07 y Hora 20. También fue despedido el periodista Felipe Vidal, tras estar 20 años en el canal, y otras 25 personas. Y junto a los espacios noticiosos, finalizó también Vigilantes, el que era conducido por Nicolás Copano.
Al salir dichos programas de pantalla, la señal comenzó a exhibir programación envasada, en su mayoría teleseries. Fue la estrategia de Urrutia ante la crisis que afecta a la industria televisiva y a La Red; una profunda reestructuración, para así reducir pérdidas.
Al año siguiente, La Red comenzó a trabajar en un ambicioso proyecto junto a ADN Radio. La idea era hacer un canal de noticias, ADN TV. Sin embargo, en diciembre pasado la iniciativa fue cancelada, por falta de viabilidad económica; gran parte de las pérdidas económicas del canal en el año pasado, corresponden al fallido proyecto.
Para el 2016, La Red reportó pérdidas de $772 millones, lo que representa una reducción del 87% en comparación a los $6.089 millones de pérdidas en 2015. Urrutia ya en 2015 anunciaba a La Tercera que lo que había que hacer para enfrentar la crisis de la industria era "tomar decisiones dolorosas".
"Considero que me voy con muchas de las metas iniciales cumplidas: se le cambió la imagen al canal, se crearon nuevos programas y marcas, se cambió a nuevas instalaciones. Así que llegó el momento, y La Red ya está listo para nuevos liderazgos", dice el ejecutivo a La Tercera, quien por mientras comienza el trabajo para ver quién será su reemplazo.