Es la más veloz de la pista y, a sus cortos 23 años, no para de colgarse preseas. Javiera Errázuriz ostenta la mejor marca chilena con 57 segundos y 80 centésimas en los 400 metros vallas y está cada vez más cerca de los 56.55 que la llevarían a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro en 2016.
Sin ir más lejos, esta destacada atleta se coronó triple campeona nacional, obteniendo oro en los 400 metros planos, 400 metros vallas y posta de 4x400 en los Juegos Deportivos que se realizaron en octubre pasado.
Pero el éxito de Errázuriz no sólo es individual, pues en el mes de junio acaparó miradas junto a sus compañeras Isidora Jiménez, Fernanda Mackena y Paula Goñi tras batir el record nacional femenino de 1991 en los relevos 4x400 con un tiempo de 3'39"27 en el Torneo de Sao Paulo, Brasil.
En dicha ocasión, la gran actuación del cuarteto chileno dejó al país en el segundo lugar del ranking sudamericano (Consudatle), reafirmando el buen nivel que hoy tiene el atletismo criollo.
Javiera está en su mejor momento. El jueves pasado volvió a sorprender en los 400 metros vallas, ganando medalla de plata en los Juegos Bolivarianos de Trujillo, Perú, y superando la marca que ella misma había fijado el año pasado con 59.43 -ahora marcó 57.80-.
Y al día siguiente protagonizó una nueva hazaña, colgándose medalla de bronce en el relevo de 4x400 metros, nuevamente junto a Isidora Jiménez y Fernanda Mackena, además de Carolina Castillo.
Sin embargo, es la prueba individual la que le ha entregado las mayores alegrías a Errázuriz, quien reconoce que "en los 400 vallas es donde me siento más segura, ya que es mi prueba más fuerte".
Pero Javiera Errázuriz no sería una destacada deportista si su madre no la hubiera obligado a hacer deporte a lo menos dos veces por semana desde que era niña y si no se hubiera encontrado con su primer entrenador en el segundo año de la carrera de ingeniería comercial, pues fue él quien la convenció de que podría ser la mejor.
Actualmente, trabaja con Carlos Zbinden, especialista en los 4x400 metros. A él le agredece las numerosas preseas y sus destacadas actuaciones que hoy la tienen como una de las opciones más claras de podio para los próximos Juegos Sudamericanos de Santiago 2014. Incluso, ella misma se ha propuesto entrar en la historia del atletismo nacional.
"Con la marca que hice en las vallas quedo cuarta en el ranking sudamericano y muy cerca de la primera, que tiene 57.17. Como estamos todas tan parejas va a ser una carrera muy peleada, pero quiero entregarle una medalla a Chile", asegurá optimista.
"Ahora tengo que entrenar bien, concentrarme y enfocarme para mejorar varios detalles", recalca la exigente deportista.
Futura ingeniera comercial
El éxito de Javiera Errázuriz no sólo es deportivo, pues cursa quinto año de ingeniería comercial en la Pontificia Universidad Católica de Chile y, a un semestre de titularse de la carrera es una de las mejores alumnas de su generación.
Pero compatibilizar el deporte de alto rendimiento con los estudios no ha sido nada de fácil para ella, ya que viaja todos los días desde la comuna de Buín al Campus San Joaquín para entrenar en el Centro de Alto Rendimiento -CAR- y en la Pista 2 del Estadio Nacional.
Según detalla Errázuriz, "en períodos normales hay varios días de doble jornada, pero en período competitivo sólo una, de aproximadamente tres horas".
En cuanto a la gran responsabilidad que implica hacer dos actividades demandantes y tan distintas a la vez, como ser deportista y estudiante, la velocista comenta que "todavía no tengo muy claro que voy a hacer. Me gustaría buscar un trabajo de medio día o seguir estudiando para hacer algo que se pueda complementar con mis entrenamientos, aunque estoy segura que voy a seguir mi carrera deportiva", confiesa.
Y para dejar claro cuáles son sus metas, dice: "Quiero llegar a los Juegos Olímpicos de Río 2016. Piden 56.55 y ya estoy cerca, así que tengo que estar a full con el atletismo".