A unos 40 minutos al sureste del centro de Beijing, justo entre la quinta y la sexta circunvalación, se ubica el Área de Desarrollo Económico y Tecnológico de Yizhuang, una zona construida en 1992, pero que todavía parece en etapa de desarrollo si uno considera las innumerables grúas que cruzan el cielo.
Al ingresar a este barrio del distrito de Daxing, es fácil olvidar que se encuentra en la capital china: sus amplias calles con un mínimo de cuatro pistas por lado; sus enormes edificios corporativos de al menos 15 pisos y que se extienden por varias manzanas; y la poca cantidad de vehículos que transitan por el lugar, se asemejan más a cualquiera de las grandes metrópolis de Estados Unidos.
Es en este sector donde se ubica la casa matriz de JD.com, firma que si bien no es tan conocida en nuestro país, en la actualidad es el mayor retailer de China, con ingresos anuales por 260 mil millones de yuanes, es decir, más de US$ 39 mil millones.
Con esta facturación, la compañía se ubica como la tercera empresa de internet más grande del mundo, sólo detrás de Amazon y Google. De hecho, su compatriota Alibaba cerró 2016 con ingresos por US$ 23.500 millones.
Al otro lado del Pacífico la empresa es un gigante del comercio electrónico con más de 258 millones de clientes activos y una red de 7 mil puntos de entrega, 2 mil casilleros y 335 bodegas que, junto con sus 66 mil repartidores, le permiten tener una cobertura de 99% de la población del país.
En su página web, la firma se jacta de que, gracias a su red logística y sofisticadas tecnologías de entrega, sus usuarios pueden recibir sus compras incluso el mismo día en que las ordenan, "un nivel de servicio que ninguna otra compañía en el mundo puede igualar".
Dos décadas de historia
La historia de la compañía se remonta a junio de 1998, cuando Richard Liu comprometió 12 mil yuanes (US$ 1.800) de sus ahorros para arrendar un local de 4 metros cuadrado en el centro tecnológico de Zhongguancun, ubicado al noroeste de Beijing. Ahí, Liu creó JD Multimedia, que posteriormente se convertiría en JD.com.
Luego de que China se viera afectada por el brote del Síndrome Respiratorio Agudo Grave (SARS, su sigla en inglés) en 2003, el empresario vio el potencial que tenía la web para apoyar su negocio y así comenzó a vender productos en línea. Al año siguiente, Liu cerró la tienda física y lanzó el sitio jdlaser.com.
En 2008, la empresa comenzó a ofrecer mercancías generales, lo que marcó su transformación desde un retailer de electrónica a una completa plataforma de e-commerce.
En mayo de 2014, JD fue la protagonista de la mayor apertura a bolsa del año en el Nasdaq y de paso se convirtió en la primera empresa china de comercio electrónico en cotizar en Wall Street.
Desde ese mismo año, la firma cuenta con una alianza estratégica con Tencent, que le permite tener acceso exclusivo a WeChat, la aplicación de mensajería más popular de China con más de 900 millones de usuarios.
En 2016, JD fue la primera empresa china de internet en ser parte de la lista Fortune Global 500.
El 'Silicon Valley' chino
De sus más de 120 mil empleados, cerca de 14 mil trabajan en las oficinas centrales, un edificio completado en 2015 que cuenta con tres unidades de hasta 21 pisos que ocupan una superficie aproximada de 280 mil metros cuadrados.
Con un estilo moderno y minimalista -prácticamente el único color que se ve en la primera planta es el blanco-, las instalaciones no tienen nada que envidiarle a las de sus rivales en Silicon Valley: además de contar con un gimnasio completamente equipado, restaurantes preparados para atender a 10 mil personas a la vez, cafeterías y una guardería, la torre B cuenta con un centro de eventos con forma de caracol con capacidad para 500 personas, donde se han celebrado algunos conciertos.
La casa matriz también ofrece una sala de descanso con reposeras similares a las de playa, una sala con mesas de pool y salas de baile y yoga. Además, los empleados pueden hacer compras en el supermercado y lavar su ropa en el servicio de lavandería, ambos ubicados en el subterráneo.
El rápido crecimiento que ha experimentado el comercio electrónico en China ha llevado a la empresa a comprar varios de los terrenos adyacentes en Yizhuang, que en los próximos años serán usados para ampliar las oficinas centrales.