Un potencial "default" de Argentina probablemente no tendría grandes repercusiones en los mercados debido al relativo aislamiento del país con respecto al sistema financiero, dijo el martes la directora gerente del FMI, Christine Lagarde.
La nación latinoamericana podría enfrentar su segunda cesación de pagos en 12 años si esta semana fracasan las negociaciones de último minuto con los tenedores de bonos que no ingresaron al canje de deuda.
"Si bien un default es siempre lamentable, no creemos que tenga mayores consecuencias sustantivas afuera, en una base mucho más amplia", dijo Lagarde, en línea con la percepción generalizada de que es altamente improbable que una cesación de pagos tenga fuertes repercusiones en los mercados emergentes alrededor del mundo.
"El resultado de las decisiones legales que se están tomando en Nueva York en este momento (...) tienen una mayor importancia", agregó la funcionaria.
"Los principios de la reestructuración de la deuda y la eficiencia de las cláusulas de acción colectiva deberán ser revisadas", apuntó.
El FMI ha dicho que una decisión en favor de los acreedores que no ingresaron en el canje, conocidos como "holdouts", haría más fácil que los inversores de deuda soberana se resistan a aceptar una reestructuración a la espera de obtener más dinero.
El organismo está actualmente trabajando en un documento que analizaría las reglas en torno a las cláusulas de acción colectiva, que permiten que una mayoría de inversores obligue a los demás para que acepten una reestructuración. El FMI publicaría el documento en septiembre.