¿Quién será el nuevo generalísimo de Alejandro Guillier? Esa es la pregunta que, con diferentes matices, tuvo que responder una y otra vez ayer, ante la prensa, el jefe de campaña del abanderado de la Fuerza de la Mayoría, Osvaldo Correa. Y es que en el guillierismo ya se da por asumido que tras la elección de este 19 de noviembre se requiere una completa reestructuración de los equipos del senador por Antofagasta con miras a un eventual balotaje.
En ese contexto, tal como lo hizo en agosto pasado, Correa pondrá su cargo a disposición el mismo domingo, independiente de los resultados que Guillier logre ese día.
"Una vez que finalice la primera vuelta, lo que corresponde es que el candidato determine", dijo ayer Correa a La Tercera.
En ese sentido, subrayó que "en lo que a mí se refiere, este es un cargo de confianza del candidato, por lo tanto es él el que tiene que resolver mi continuidad en el comando. Y yo, obviamente, dejaré en sus manos esa decisión tras la primera vuelta".
Así, Correa volverá a dejar en las manos de Guillier su futuro en la campaña. En agosto pasado, cuando se daba por finalizado el proceso de recolección de firmas que le permitió al senador inscribir su candidatura independiente ante el Servel, los partidos presionaron al candidato para "profesionalizar" su equipo de cara a los comicios. En ese momento, Correa también puso su cargo a disposición.
Finalmente, sin embargo, Guillier lo ratificó como su coordinador de campaña, lo que en ese momento fue leído como una señal de que el senador no cedería ante las estructuras tradicionales y privilegiaría su impronta ciudadana y renovada, a pesar de las aspiraciones partidarias.
Sin embargo, en el entorno del senador ven complejo que en esta ocasión Guillier tome la misma decisión que aquella vez. La segunda vuelta, asumen, será una nueva campaña, que implicará, asimismo, nuevos desafíos.
Eso, dicen en el entorno de Guillier, el candidato lo tiene claro. Por lo mismo, el propio senador le encomendó al ex ministro Sergio Bitar elaborar un diseño que vaya desde lo orgánico hasta lo político para enfrentar los escenarios que se abrirán tras los comicios. Ese diseño, dicen en el guillierismo, requerirá de otros liderazgos, los que tendrán que hacer frente al mayor desafío que tendrá Guillier después de la primera vuelta: reagrupar a las fuerzas de centroizquierda para enfrentar a Sebastián Piñera en diciembre.
De hecho, en los partidos ya han sonado varios nombres que podrían asumir el cargo de Correa para el rediseño de segunda vuelta. Figuras como las del propio Bitar o la del senador Ricardo Lagos Weber son algunas de las que se han mencionado para asumir un rol clave en la reestructuración del nuevo comando. Asimismo, se espera que se sumen dirigentes de otras fuerzas políticas, como la Democracia Cristiana, el Frente Amplio y el Partido Progresista.
En todo caso, en el guillierismo apuntan a que el arribo de personalidades históricas de la Concertación estará supeditado también al desempeño que obtenga Guillier. Si existe una distancia mayor a los 20 puntos entre el senador y Piñera, no muchos accederán a subirse al barco del abanderado, mientras que si el margen es estrecho, incluso se podrían sumar figuras del gabinete de la Presidenta Michelle Bachelet.