El jefe del equipo médico que supervisa la salud de Hosni Mubarak desmintió el domingo que el ex presidente egipcio haya sufrido un derrame cerebral o esté en coma.
El doctor Assem Azzam señaló que a Mubarak, de 83 años, le bajó mucho la presión arterial y se sintió mareado, pero ahora está estable.
Farid el-Deeb, abogado del derrocado líder, dijo anteriormente que su cliente había sufrido una apoplejía y estaba en coma.
Mubarak ha estado desde abril en un sanatorio en el poblado turístico de Sharm el-Sheikh a orillas del mar Rojo, bajo arresto por cargos de que ordenó el asesinato de manifestantes durante el alzamiento popular en Egipto. Se dice que padece problemas cardiacos.