El jefe del equipo Red Bull, Christian Horner, dedicó a sus pares de otras escuderías de la Fórmula Uno que están atravesando dificultades económicas su receta para resolver los problemas, haciéndolo "a puerta cerrada", para así minimizar el daño a la reputación de su deporte.
Horner pidió este jueves, en Sao Paulo, en la previa al Gran Premio de Brasil, que se entierren las recientes amenazas públicas de boicots y huelgas para que las escuderías se concentren en realizar un gran espectáculo este fin de semana en el circuito de Interlagos.
En el mismo sentido, el jefe de Red Bull afirmó que cualquier tipo de protesta de los tres equipos con problemas -Force India, Lotus y Sauber- no logrará ningún objetivo, y aseguró que sólo haciendo que se hable de ellos ya se está dañando la reputación de la F1.
"Están aquí para competir", dijo Horner. "Force India está luchando por ganarle a McLaren. Si están todos sentados en el garaje, no van a lograr nada", afirmó.
"Eso no funciona, y hacerlo públicamente es la manera equivocada de hacerlo. Lo que hizo la F1 durante el último par de semanas, con los intercambios públicos de acusaciones que se han sucedido, no es bueno para el deporte, porque el deporte debería centrarse en lo que vimos en Estados Unidos: una buena y emocionante carrera", añadió.
Se espera que las conversaciones entre los tres equipos descontentos y el patrón de la F1, Bernie Ecclestone, se reanuden esta semana, antes de la carrera del domingo en Interlagos.
De su lado, el jefe de Mercedes, Toto Wolff, apoyó la postura de Horner. "No estoy de acuerdo con las huelgas, ya me perjudicaron bastante las de Air France y Lufthansa", afirmó. "Por lo que no creo que una huelga es algo que se haga estos días, y amenazar con una huelga, todavía menos", concluyó.