El autoproclamado califa del Estado Islámico entre Irak y Siria, Abu Bakr al Baghdadi, apareció hoy por primera vez en público en imágenes de video tomadas ayer en una mezquita de Mosul, en el norte de Irak, durante su prédica comunitaria islámica.

Lo refirieron los perfiles en Twitter del propio Estado Islámico.

Vestido sobriamente con una túnica y turbante negros, el hombre identificado por la oficina de prensa del Estado Islámico como el "príncipe de los creyentes Abu Bakr al Baghdadi" es en efecto muy semejante al identikit proporcionado en los últimos meses por los servicios de seguridad estadounidenses y jordanos.

Durante el sermón, Al Bagdadi llamó a sus seguidores a obedecerle si él obedece a Dios y les pidió apoyo si sus decisiones son acertadas y consejo si está equivocado. 

"Si tenéis fe en Dios y trabajáis bien vais a gobernar la tierra como ha prometido Dios a los creyentes", aseguró el líder del EI, vestido con túnica y turbante negro y con larga barba.

Desde lo alto de un púlpito de piedra decorado con esculturas, elogió el mes sagrado islámico de Ramadán, que comenzó a fines de junio y terminará a fines de julio.

El hombre exaltó luego a los mujaidines, invitándolos a realizar su "esfuerzo" (yihad), porque "el anuncio del califato es un deber de todos los musulmanes". 

El imán se dirigió luego contra los no creyentes y los hipócritas, exaltando las "victorias de los musulmanes" en "Occidente y Oriente".

Luego dirigió la plegaria comunitaria de los viernes, entonando versículos del Corán.

La presencia de Al Bagdadi en Mosul, la segunda ciudad de Irak y en manos de la insurgencia suní desde el pasado 10 de junio, fue confirmada a Efe por un activista de la localidad.

Estados Unidos ofreció una recompensa de diez millones de dólares por el líder islámico.

En los foros yihadistas que publicaron el vídeo se presenta a Al Bagdadi como "el califa Ibrahim, emir de los creyentes en el estado islámico".

Ibrahim ibn Awad, más conocido como Abu Bakr al Bagdadi, se proclamó el pasado domingo "imán y califa para los musulmanes de todo el mundo". 

El EI, una escisión radicalizada de Al Qaeda, declaró ese día un califato islámico desde la provincia siria de Alepo hasta la iraquí de Diyala, tras los últimos avances que ha hecho en Irak.

El 1 de julio, Al Bagdadi exigió a todos los musulmanes que emigren de forma "obligatoria" al califato porque este "pertenece a todos los musulmanes" y no solo a Irak y Siria.