Carabineros reconoció que no tiene mucho margen de acción cuando setrata de fiscalizar a guardias de fiestas privadas y evitar que se produzcan situaciones como la de Alejandro Hewman, que fue apuñalado por un guardia en Las Condes.
El coronel Alberto Etcheberry, jefe del OS-10 de Carabineros, explicó que la fiscalización es fuerte en locales comerciales y de recreación, pero "en el caso de las fiestas que son particulares, en recintos muy puntuales, si nosotros no recibimos una comunicación, ya sea por ruidos molestos o una anomalía, evidentemente Carabineros va a estar ajeno al hecho que se está produciendo".
Etcheberry cifró en 90 mil los guardias de seguridad acreditados oficialmente en la institución, que son "fiscalizados en el minuto en que son acreditados y luego en terreno a través de todas las autoridades fiscalizadoras del país, que son 34".
Agregó que las personas acreditadas deben cumplir varios requisitos para operar como un curso de capacitación y un examen ante el OS 10.
Sobre la empresa que contrató al guardia Cristian Sorensen, el general dijo que "son directamente responsables, de hecho se hizo un procedimiento administrativo en este mismo caso y se le cursó una infracción", consignó Radio Cooperativa.