Manuel Aris es sociólogo y ha participado durante años en el debate respecto a temas de transparencia, probidad, participación ciudadana y rendición de cuentas en el sistema democrático.

Actualmente se desempeña como jefe de incidencia de Espacio Público, un organismo conformado por profesionales de diversas disciplinas. Su objetivo es contribuir al debate y correcta ejecución y diseño de políticas públicas.

Esta institución, junto a la ONG Ciudadano Inteligente, conformaron el sitio Observatorio Anticorrupción, cuya misión era monitorear la puesta en marcha de las propuestas de la Comisión Asesora Presidencial.

¿Qué medidas deberían adoptar las instituciones ligadas a las FF.AA y de orden público para evitar que se produzcan fraudes e irregularidades en su interior?

En el corto plazo, las instituciones afectadas deben dar todo tipo de facilidades para la investigación, tanto interna como judicial, y procurar rigurosidad en el establecimiento de responsabilidades y sanciones si corresponde. En el mediano plazo, se debe avanzar en la recalificación de los gastos considerados como secretos, para que estos se ajusten a una estrategia nacional de defensa o seguridad.

¿Se deberían fortalecer los controles internos y externos a los que se someten este tipo de instituciones?

En materia de seguridad pública y defensa, a diferencia de otros sectores, la transparencia encuentra un límite en la justificación del daño que la publicidad de ciertos actos o compras puede generar a la seguridad nacional. Por esto, las instituciones deben estar dispuestas a someterse a controles externos que sean reservados, siendo el que más urge en lo inmediato el fortalecimiento de las capacidades técnicas y atribuciones de control de las comisiones de Defensa del Congreso Nacional, medida propuesta por el Consejo Asesor Presidencial, presidido por Eduardo Engel, que no ha sido todavía acogida.

¿La imagen país se ve afectada por este tipo de situaciones, por parte de instituciones que tienen como misión velar por la seguridad?

La corrupción siempre genera un daño en la reputación internacional de los países. En todo orden de cosas. En Chile no nos vemos enfrentados a una situación de corrupción sistemática, por lo que debe existir una respuesta institucional enérgica, tanto en la determinación de responsabilidades por estos hechos como en el aumento de controles que impidan que se reiteren. Creo que uno de los objetivos debe ser continuar siendo considerados como un país serio. No existe una diferencia entre países sin corrupción y países corruptos, pero sí hay diferencia entre países con respuestas institucionales adecuadas ante la corrupción y naciones en las cuales la corrupción se normaliza.