Desde el encuentro de la semana pasada que sostuvo la primera ministra británica, Theresa May, junto al presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, se ha visto un aumento de tensión entre Londres y Bruselas.
Y es que se ha agravado con los dichos de May ayer, en donde asegura que la Unión Europea busca influir en las elecciones parlamentarias británicas y que algunos quieren que fracasen las negociaciones del Brexit.
"La posición negociadora de la Comisión Europea se ha endurecido. Políticos y funcionarios europeos han proferido amenazas al Reino Unido. Todos estos actos han sido programados deliberadamente para incidir en los resultados de las elecciones del 8 de junio", afirmó la premier británica desde Downing Street.
En su defensa, el presidente de la Eurocámara, Antonio Tajani, rechazó este jueves las declaraciones de May.
"Nadie quiere influir en la campaña electoral británica", dijo en rueda de prensa en Bruselas Tajani, para quien "no es un ataque" decir que "ser miembro de la UE no es lo mismo que estar fuera de la UE". "Sólo hemos dicho que íbamos a defender nuestros intereses", añadió.