"Tenemos una proliferación de armas de destrucción masiva en Corea del Norte, hay terroristas, inestabilidad y a una Rusia más asertiva. Es un mundo más peligroso", reconoció el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, al diario británico The Guardian al ser consultado si estamos en presencia del periodo de mayor peligro en sus más de 30 años de carrera. "Es más impredecible, y es más difícil porque tenemos muchos desafíos al mismo tiempo", señaló el jefe de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).

Las declaraciones las realizó en vísperas de las grandes maniobras militares rusas en su frontera con los países Bálticos previstas para la próxima semana. De acuerdo con la agencia France Presse, "esta demostración de fuerza rusa denominada Zapad-2017 (Oeste-2017) representa una fuente de especulaciones y temores desde hace meses en los países Bálticos y Polonia, algunos de ellos prediciendo incluso que servirá de cobertura a una invasión".

"Estamos preocupados por la naturaleza y la falta de transparencia de este ejercicio", explicó el miércoles el primer ministro estonio, Jüri Ratas, al recibir al secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, en Tapa (norte), una base militar donde se entrenan las tropas de la Alianza. Stoltenberg prometió que vigilarían las actividades de "muy cerca". "Estamos vigilantes, pero también tranquilos porque no vemos ninguna amenaza inmediata contra ningún aliado de la OTAN", agregó el secretario general de la Alianza.

Moscú anunció la participación de unos 12.700 militares bielorrusos y rusos en los ejercicios Zapad-2017 entre el 14 y el 20 de septiembre, una cifra que Lituania y Estonia advierten que podría incluso alcanzar los 100.000 efectivos. Según los occidentales, en 2009 y 2013, las maniobras Zapad simularon concretamente una invasión de Polonia con decenas de miles de soldados rusos y un ataque nuclear contra Varsovia.

Desde hace meses, la Alianza pide a Moscú una mayor "transparencia" respecto a Zapad-2017.