¿Cuál es su evaluación del sistema actual de Chile?

Las perspectivas de pensiones son bajas en Chile incluso para los trabajadores con carrera completa, básicamente porque las tasas de cotización son bajas. La tasa de reemplazo proyectada por la OCDE para un trabajador con salario promedio es 33% contra el promedio de 53% de los países. Sólo México y Reino Unido tienen una tasa de reemplazo más baja. Además, el nivel de las pensiones está estrechamente relacionado con los ingresos a lo largo de la carrera y a los retornos financieros con una limitada redistribución entre los individuos.

¿Cree que este proyecto implicará mejoras significativas para el sistema?

El principal efecto de la propuesta es aumentar sustancialmente los aportes, lo que se traducirá en alzas significativas en pensiones.

¿Es la creación de un nuevo ente estatal una alternativa que marca realmente una diferencia o era preferible mejorar el funcionamiento de las AFP?

No tenemos una posición fuerte sobre esto. Nuestro entendimiento es que los fondos de pensiones están bien manejados y regulados en Chile.

¿Qué tipo de riesgos puede generar un proyecto como este para los ahorros?

Los riesgos son estándares. Las pensiones de la parte financiada dependerán de los retornos financieros y el desempeño de los fondos de pensiones, mientras que los beneficios del componente colectivo dependerán de la forma en que opere la redistribución y de cómo son manejados públicamente los recursos.

Según el gobierno, el aporte adicional elevará las pensiones en 20% para los actuales pensionados y en 50% para los futuros jubilados. ¿Concuerda con dichas cifras?

Estos números son órdenes razonables de magnitud de lo que se puede esperar a nivel consolidado basándose en un aumento de 50% en las cotizaciones y la creación de un componente de reparto. Sin embargo, el impacto ex post dependerá de cómo tanto los retornos netos en la nueva cuenta individual como el crecimiento del gasto salarial se comparan con los retornos financieros netos de los fondos pensiones. Además, el componente colectivo se redistribuirá entre los individuos, lo que significa que algunos obtendrán más y otros, menos.

¿Podría haber sido más eficiente un ajuste al pilar solidario?

Esta no es una pregunta de eficiencia, sino de objetivos. Por lo tanto, es una elección normativa, política. Incrementar el pilar solidario elevaría las bajas pensiones y habría requerido un alza de impuestos. Aquí, el resultado del componente colectivo dependerá del diseño específico y el aumento en las pensiones financiadas de los individuos finalmente elevará todos los ingresos relacionados con pensiones.

En el último año ha habido una gran presión para reformar el sistema. A la luz de esto, ¿qué opina de la respuesta del gobierno?

No hay una bala mágica. El factor más importante es que las cotizaciones de pensiones aumentarán, lo que es una prioridad en Chile. Apuntar más específicamente a los pensionados de bajos ingresos involucraría reducir el tamaño de la economía informal.