Con gran pesar en sus palabras, el jefe Nacional del Gope de Carabineros, Gonzalo del Alcázar, se refiere a la muerte del sargento segundo Hugo Albornoz, quien fue asesinado tras un allanamiento en la comunidad mapuche Wente Winkul Mapu en Ercilla el pasado lunes, y que dejó a otros dos funcionarios heridos.
"Chile perdió a un gran carabinero", dice a La Tercera, en momentos en los que también asegura que las personas que protagonizaron la emboscada no iban con la intención de herir, sino que de matar.
"Ellos tenían la intención de matar y no de herir, tenían munición letal y armamento de guerra", dijo del Alcázar, quien explicó además que "ataques en esta zona ha habido bastantes, nuestros carabineros están siendo atacados con perdigones de plomo, municiones de guerra, armas de 9 mm y 38 mm", agregó.
Consultado sobre la tarea de ellos en el conflicto mapuche en La Araucanía, específicamente en allanamientos y controles, la autoridad policial explicó que "tenemos la instrucción permanente de defendernos, tenemos tácticas, pero ante un arma letal, con municiones de guerra, hay determinados lugares del cuerpo más sensibles y que no tienen protección, como el cuello, que es donde recibió el impacto el carabinero Albornoz".
PROCEDIMIENTO
Del Alcázar asegura que tras el allanamiento, "una propia madre entregó a su hijo, hubo tres personas detenidas, eso dice algo", dijo.
Por otro lado, "no hubo uso de gases lacrimógenos y todo se desarrolló en completa normalidad", añadió.
El jefe nacional del Gope aseguró que tras el asesinato del Albornoz, "no hay afán de venganza, no hay un antes ni después, estamos revisando las medidas de seguridad", dijo.
"Con esto, Carabineros y Chile pierden a un carabinero, pero seguimos trabajando, dolidos, pero seguimos adelante, más fuertes que nunca, no estamos para nada derrotados", sentenció.