El Dakar 2013 fue de más a menos para Jeremías Israel. Esto, porque en su primera incursión, el piloto se mantuvo en el grupo de los 10 mejores, pero la penalización sufrida luego de ser remolcado por parte del público, en una caída, lo hizo terminar en el 57º puesto, lugar que "Jere" toma como punto de partida para planificar la próxima edición.
"En 2012 me enfoqué en aprender los secretos de la navegación, cómo funcionan los sistemas... Ahora cambió, hice más horas de desierto para comprender el peso de la moto, la potencia, la distancia", asegura.
En el balance, hubo malas vivencias en su primera carrera: "Aunque llegué a la meta, que fue lo más importante, haber sido remolcado y caerme fue lo más duro de mi Dakar. Me hubiera gustado haber terminado como venía, séptimo".
De todas maneras, no todo fue tan negativo para Israel, pese a la posición. "Me sirvió mucho vivir la experiencia. No creo que el 57º me quite el sueño. Quizá ser top ten habría sido increíble, pero no habría batido ningún récord especial", aclara primero. Y agrega: "Lo hecho en los primeros 10 días me marcó mucho. Varios auspiciadores se subieron al proyecto por eso. Viví el top ten por varios días y me enseñaron mucho para este año".
No quedar en Bolivia
En su nueva Speedbrain 450, que pudo probar por primera vez en Marruecos, Israel buscará mejorar la ubicación, aunque su meta, como la de casi todos, es terminar los más de 8.500 kilómetros de la carrera para las motos. "Quiero llegar a Valparaíso, donde estará la fiesta, todo pasando. No quiero correr para quedar botado en Uyuni, en Bolivia. Cuando quedas botado en medio del desierto se te va todo al carajo", comenta.
A propósito de Bolivia, Israel no le asusta la altura del salar ni esa intensa pasada por el altiplano. "Hay muchos comentarios y también mitos sobre Bolivia. La altitud será interesante, pero tengo entendido que no será tan así esa pasada por el salar. Lo que sí está claro es que al ser etapas maratón hay que ser inteligente, no jugarse la vida en esas etapas, porque son muy largas", dice.
¿Y cómo llegar hasta el final? "No tengo clara una planificación. Al ir con un equipo por primera vez y estar rodeado de personas de más experiencia, se definirá cómo saldremos etapa a etapa. El Dakar es distinto todos los días, varias cosas pasan en una misma etapa", analiza.
El equipo es uno de los aspectos que sí tiene definido. Tendrá a disposición dos autos, un camión de asistencia y un mecánico. "La experiencia me hace tener una visión de un segundo Dakar con más confianza. He trabajado todo un año con esa experiencia. ¿Qué aprendí? Hay que saber apreciar los buenos momentos", asegura Israel, que advierte que buscar llegar a "la fiesta" no es lo único. "Te digo que saldré a fondo en todas las etapas, es mi trabajo y eso esperan de mí todos los que me apoyan", concluye.