El lanzamiento de una nueva empresa se ha hecho de la misma forma por años: se tiene una idea, se hace un plan de negocios, se presenta a inversionistas y se inician las ventas.
En la Universidad de California, Berkeley decidieron probar otro camino. Hace cuatro años Steve Blank y Jerry Engel, profesores de la Escuela de Negocios Haas, crearon el método Lean, que mira a las startups como vehículos de aprendizaje y no como versiones en miniatura de grandes empresas. Engel vino a Chile la semana pasada a dictar un curso para educadores en Innovación y Emprendimiento, invitado por la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad del Desarrollo y el Ministerio de Economía.
¿Cuáles son las bases de su propuesta?
La sociedad ha reconocido que innovación y emprendimiento son conductores importantes en la creación de valor y lo que buscamos es incrementar la probabilidad de éxito de las startups. La innovación es reconocer que el primer paso en el emprendimiento es aprender y que es necesario un proceso de descubrimiento del modelo de negocios adecuado. Antes de construir un negocio sobre la idea original, que puede ser acertada o no, es necesario ponerla a prueba. Ese proceso de descubrimiento es la metodología Lean.
¿Cómo se realiza ese proceso en la realidad?
La prueba depende de la hipótesis. La más sencilla es tomar las ideas y conversar con los posibles clientes, no para mostrarles un producto y preguntar si lo comprarían, sino para preguntarles cuáles son sus necesidades, sus problemas, en ciertas áreas sus dolores, lo que podrían ganar, y qué les gustaría tener, en general. No voy a vender, sino a aprender. Y después ver ese aprendizaje y si se ajusta a mi hipótesis.
¿La creación del producto viene después?
Sí. Es un proceso de descubrimiento. Este enfoque me da permiso para cambiar de dirección y reduce la probabilidad de fracaso. Una startup es una organización temporal cuyo primer objetivo es aprender, que evoluciona en una organización permanente que es la empresa. Solíamos pensar en las startup como versiones pequeñas de grandes empresas y partir con un plan de negocios, que es para una etapa posterior, cuando el emprendedor ya ha descubierto su modelo de negocio.
¿Porqué se limitan a startups? Parece posible de aplicar en empresas establecidas.
El método puede aplicarse a grandes empresas e incluso al gobierno, pero nos enfocamos en start up porque es el caso más simple. Lo que hay que aprender es que primero viene el aprendizaje y que los ejecutivos a cargo deben realizar el proceso de descubrimiento por sí mismos, mirar al cliente a la cara y descubrir sus necesidades. Luego pueden tomar decisiones.
¿Cuáles han sido sus resultados?
No puedo cuantificar el impacto de quienes lo han aplicado. Pero ciertamente reduce el costo de fracaso, porque se falla antes y con menos dolor, cuando se ha gastado menos tiempo y dinero. Se puede avanzar hacia otra idea si la primera no era buena. Y preserva también a la persona.
¿Y se está adoptando en Chile?
Ciertamente. La UDD ya lo está enseñando. Chile es un país muy innovador. Start Up Chile es un gran experimento. En mi trabajo con Fundación Chile en innovación corporativa en 2009 vi que hacían grandes cosas. Chile es una sociedad que adopta rápidamente nuevas tendencias, no necesariamente es original, pero piensa de manera global, no local. Es un país relativamente pequeño, con grandes recursos naturales, gente brillante, buen clima.
Podían elegir o no mirar hacia afuera al mercado global y lo hicieron.
En más de una ocasión se ha hablado de crear un Silicon Valley chileno. ¿Es posible hacerlo?
No pueden recrear Silicon Valley, pero sí crear su propio cluster de innovación. Chile está bien encaminado. Hay carencias, pero las hay en todas partes. Y se puede aprender en el camino.
¿Se puede crear un ecosistema innovador?
Sí, absolutamente. Y es posible hacer más, porque el mundo se ha encogido y muchos recursos son globales. No es necesario tenerlo todo aquí. Uno necesita algunas cosas a la mano, como inversionistas, pero otras se pueden obtener de una red global. Una manera de acelerar un cluster de innovación es con acceso a una red global. Por la colaboración que surge entre las personas.
¿Y qué actores deben impulsar el proceso?
Se necesitan actores de todo nivel. El gobierno debe actuar sobre todo no interponiéndose. Ya está pasando en Chile, con la creación de empresas en un día, por ejemplo. Y observando el cumplimiento de la ley, que es básico porque en la medida en que se respeten los derechos de propiedad, y de propiedad intelectual, esos derechos podrán transarse por dinero. Pero los actores fundamentales son los emprendedores, los inversionistas, y el ingrediente secreto son las grandes empresas. Las grandes empresas están aprendiendo a colaborar y hablar con innovadores en estructuras abiertas de innovación. Esas empresas pueden acelerar el proceso de su propia innovación y de la innovación en Chile, colaborando con emprendedores fuera de su negocio.