Entre diez y quince centímetros de nieve han dejado preciosas imágenes de la ciudad tres veces santa, con la vieja ciudadela amurallada y sus lugares sagrados: el Santo Sepulcro, el Muro de los Lamentos y la Explanada de las Mezquitas totalmente revestidos de blanco.

Según indicaron hoy las autoridades municipales, se trata de la mayor nevada en la ciudad desde 1992.

Los colegios y jardines infantiles permanecen cerrados, así como muchos de los locales comerciales y oficinas, ante la imposibilidad de los ciudadanos de llegar a sus puestos de trabajo.

Los transportes públicos fueron suspendidos en la ciudad, a excepción del tranvía, que circulaba muy despacio y con extrema cautela por unas calles en las que era prácticamente imposible encontrar un taxi y en las que muy pocos se han atrevido a sacar sus vehículos, que no están preparados para estas condiciones climatológicas.

La ciudad tiene un centenar de quitanieves y cuarenta toneladas de sal, y mantiene patrullas policiales y ambulancias en alerta en las principales calles.

Ayer, más de 25.000 hogares en el centro y norte de Israel sufrieron cortes de electricidad debido al temporal, informa hoy el diario Haaretz, en su versión digital.

El viento, la nieve y la lluvia han provocado el cierre de varias carreteras en Israel y Palestina, entre ellas la autopista 1, que comunica Jerusalén con Tel Aviv, que estaba intransitable esta mañana en ambas direcciones.

Durante la noche, una treintena de vehículos han tenido que ser remolcados y retirados de esa carretera.

La alternativa para viajar desde Jerusalén a Tel Aviv, la carretera 443, que atraviesa el territorio palestino ocupado de Cisjordania, también fue cerrada.

Los servicios de la Estrella de David Roja han atendido desde ayer a más de 70 personas que han resultado heridas como consecuencia del temporal.

Se espera que la tormenta empeore y registre su peor momento mañana.

La Estrella de David Roja ha pedido a la población que no salga de sus hogares mientras pueda evitarlo, que mantenga en sus casas una temperatura constante de 24 grados, selle sus ventanas, no salga a la calle sin ropa adecuada y mantenga un especial cuidado de las personas y mayores y los niños, los más vulnerables al frío.