Jessica Hopper, periodista y escritora estadounidense: "Aún está la idea de que las artistas deben ser perfectas y competir entre ellas"

Jessica Hopper,

La autora, referente femenino del periodismo musical, es la invitada estelar de la nueva versión del festival Ruidosa. En conversación con La Tercera, analiza el escenario actual y los desafíos pendientes para las mujeres en la música.




Tras publicar una popular "guía para aspirantes a estrellas de rock" (The girls' guide to rocking, 2009), seguida de una exitosa colección de sus publicaciones en prensa (The first collection of criticism by a living female rock critic, 2015), Jessica Hopper se propone ahora una meta más ambiciosa: un libro que recopile el aporte completo que las mujeres han hecho a la música popular. Una historia que según la escritora, periodista y actual directora editorial de MTV News, no ha sido bien documentada.

"Mi propósito es darle a las mujeres el crédito que se merecen por su aporte a la música", resume Hopper, una de las mayores referentes del periodismo musical estadounidense e invitada estelar de Ruidosa 2017, el festival feminista creado por Francisca Valenzuela, cuya segunda versión se realizará el 11 de marzo en Matucana 100. Allí, la reconocida defensora de lo que llama las "voces marginadas" de la industria compartirá sus propias anécdotas de batalla. Una que inició en su adolescencia, como parte del movimiento punk feminista de las "riot grrrls", y que en las últimas tres décadas ha librado desde la crítica musical, otro terreno dominado históricamente por hombres.

"Cuando viajo a otros países y me cuentan que sólo un diez por ciento de quienes están haciendo música son mujeres, me deprimo bastante. Aquí en Estados Unidos falta mucho, pero al menos esa cifra se acerca al 40 por ciento y existen muchas mujeres que han peleado para ser tratadas con igualdad y cuyas voces hoy son escuchadas y respetadas. Finalmente, iniciativas como Ruidosa ayudan a compartir soluciones, a dar esperanza", cuenta.

¿Cree que todavía se ve como una rareza o novedad que haya bandas con integrantes mujeres?

Cada vez menos. Es un punto de vista bastante anticuado. Tenemos hace muchos años registros del trabajo de mujeres como cantautoras, como productoras, como creadoras de cultura musical. Si ignoras esa contribución estás dejando pasar demasiados hitos de la música popular de los últimos 60 años.

¿Qué le parece cuando ve reportajes del tipo "tres nuevas mujeres en la música local"? ¿No le parece que perpetúan la visión de las artistas como algo exótico o singular?

Me encantaría ver artículos que digan "diez nuevos hombres en la música" (ríe). La verdad, pienso que ese tipo de cobertura no es necesariamente discriminatoria mientras se ponga el foco en la obra. Aun así, esa mirada refuerza la idea de que seguimos estando ajenas a la realidad musical, siendo que es un lugar donde las mujeres han estado desde el principio. Porque incluso si pensamos en las raíces del rock & roll, en Elvis Presley y Sun Records, es imposible no mencionar a bluseras como Big Mama Thornton. No estaríamos contando la historia correctamente sin consignar a las mujeres que moldearon el sonido y la industria de la música.

Pero el machismo y la cosificación de la mujer parecen ser parte del ADN del rock desde sus inicios. ¿Se cuestiona más eso hoy en día?

Hay muchos temas clásicos del rock, de los Rolling Stones por ejemplo, que incluyen frases que menosprecian a las mujeres o que las presentan derechamente como objetos. Y esas son cosas que tenemos que seguir peleando, básicamente porque son situaciones que las mujeres aún deben enfrentar en sus vidas. La forma en que los hombres cantan sobre las mujeres ha sido uno de los rasgos distintivos del rock y recién en los años 70 aparecieron Joni Mitchell, Fleetwood Mac y otras mujeres que se volvieron íconos cantando sobre sus propias vidas. Con los años, nombres como Madonna, Missy Elliott y St. Vincent han demostrado que no hay sólo un par de arquetipos, que las mujeres pueden vestir y cantar sobre cosas diferentes, no como hasta hace unas décadas, cuando sólo podíamos ser chicas buenas o malas.

Aun así, para el reciente Super Bowl las redes sociales se llenaron de críticas a Lady Gaga por su supuesto sobrepeso.

Todavía está la idea en buena parte de la cultura popular que las artistas mujeres deben ser perfectas, que compiten entre ellas y que sólo algunas pueden estar en la cima. Y aunque Lady Gaga montó un show increíble sigue estando bajo el lente que le exige ser perfecta. Nunca nadie dijo que Prince se veía muy flaco o que el baterista de los Chili Peppers está fuera de forma. Esto te demuestra que hasta las grandes creadoras están sujetas a un estándar distinto. Para que la música evolucione se requiere un cambio de actitud para todos, que permita a las mujeres ser ellas mismas y expresar lo que son. Ese es un desafío pendiente.

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