Poco antes del mediodía de ayer, en los correos electrónicos de la Compañía de Jesús comenzó a circular el boletín que habitualmente emite la orden durante los días viernes. Se trata de un documento informativo de carácter interno, en el cual se entregan comentarios, noticias culturales y otros mensajes alusivos a los jesuitas y al mundo católico.
Como otras veces, en aquel correo figuraban notas destacadas sobre la Santa Sede, las comunidades y diferentes tópicos educacionales y pastorales. Sin embargo, en esta oportunidad también venía un breve y sucinto apartado informativo que también generó impacto fuera de la orden. "El padre Felipe Berríos S.J. vuelve en junio a Chile, luego de cuatro años de servicio en el S.J.R. Grandes Lagos, Africa", decía el documento.
La Tercera contactó a la secretaría general de la Compañía de Jesús, la que confirmó el regreso del sacerdote Berríos a Chile a partir de junio.
También lo hizo su amigo e igualmente religioso jesuita Antonio Delfau, director de la revista Mensaje. "Conversé con él ayer, a través de internet, y me confirmó que regresaba al país, probablemente a mediados de junio, después de haber cumplido dos años de contrato en el servicio jesuita de refugiados de Burundi y otros dos en República Democrática del Congo", sostuvo el sacerdote.
Delfau agregó que Berríos estaba plenamente satisfecho con el trabajo realizado en Africa. "Desarrolló una gran labor, en la cual tenía ganas de seguir, pero también se trata de una actividad muy dura y desgastante. El en ningún caso está enfermo ni le ocurre nada malo. Construyó muchos hogares y escuelas en su trabajo con refugiados, y para esa labor él destacó que siempre recibió mucha ayuda desde Chile. Cumplió con su deber y ya llegaron otros padres a reemplazarlo", acotó Delfau.
2010: LA PARTIDA
Felipe Berríos se fue de Chile en junio de 2010, a través de lo que en la orden jesuita se denomina un contrato de trabajo para refugiados. Su trabajo consistía en desarrollar labores misioneras y pastorales en Africa, asistiendo a personas de muy escasos recursos y que sufren algún tipo de persecución.
Una de las actividades que más identificaron en Chile a este ex alumno del Colegio San Ignacio fue su activo rol en la creación y liderazgo de ONG y organizaciones sociales, como Infocap y la Fundación Techo (ex Un Techo para Chile).
"Su regreso es una gran noticia, porque tiene una mirada crítica y una reflexión social que nos aterriza a los temas importantes", destacó Anita Holuigue, directora de la Fundación Techo.
Las intervenciones públicas de Berríos, a través de columnas de opinión, medios de internet y canales de televisión, también despertaron controversias.
En enero de 2009, por ejemplo, publicó un artículo en el cual criticó a los alumnos de ciertas universidades privadas, de barrios que él denomino "acomodados", bajo la expresión "alumnos por sobre la cota mil", en referencia a su ubicación en las faldas de la Cordillera de los Andes.
En aquella oportunidad, incluso, recibió la respuesta de varios rectores, luego de que su crítica apuntara a que esos estudiantes "no conocían la verdadera realidad del país".
En otra oportunidad, en mayo de 2013, desde Africa, el ex capellán de Un Techo también hizo declaraciones criticando la labor social de la Iglesia Católica en Chile.
En esa ocasión, el vocero de la Conferencia Episcopal, Jaime Coiro, sostuvo en La Tercera que "hablar desde la vereda del frente no aporta a la sociedad chilena ni a la Iglesia".
Francisco Irarrázaval, ex subsecretario de Vivienda y amigo del sacerdote Berríos, destacó ayer que "es una tremenda noticia que una persona que uno quiere tanto pueda estar más cerca. El trae una visión fresca, limpia. Trae una mirada muy social y profundamente católica. Su postura es preocuparse de lo que moralmente importa: las familias vulnerables. Eso nos hace mucha falta".