"Un acuerdo en educación se ve más difícil que el tributario", dice el ex ministro Joaquín Lavín, aunque ya detecta ciertas flexibilidades en la Nueva Mayoría respecto de admitir lucro en algunos casos y permitir la selección -por ejemplo- en los liceos emblemáticos. Y desde su sector, pese a que no lo comparte, ve una apertura para la eliminación del copago.
¿Se dificulta o facilita un acuerdo en educación luego del tributario?
Los acuerdos siguen siendo necesarios y posibles. El acuerdo tributario nos lleva a un nuevo camino y deberíamos hacer un esfuerzo en educación, pero creo que el acuerdo en educación es más difícil aún que el acuerdo tributario. La luz de preocupación es que hay personas y grupos en la Nueva Mayoría que piensan que los acuerdos de por sí son malos.
¿Pudo haber jugado en contra la abrupta manera en que se selló el pacto tributario?
Creo que esos argumentos están y los hemos escuchado. Cosas como que cómo es posible que alguien haya ido a visitar la casa de otro, pero a la larga, mayoritariamente, la gente quiere que haya acuerdos. Y sobre todo en el caso de la educación, porque las políticas educacionales dan fruto en el muy largo plazo, por lo que se requiere que sean estables.
¿Dónde puede haber acercamientos en materias de educación? ¿Ve en la Nueva Mayoría alguna convergencia con la Alianza respecto del lucro?
Alguien dijo algo así como que muchos de los colegios con lucro en realidad no lucran. Y en ese sentido, hay que reconocer una justa retribución. Lo que hay que hacer es buscar una manera en que esos sostenedores, más que comprarles los colegios, puedan tener una retribución normal, similar a la que el Estado les reconoce a otras industrias reguladas, como la energía o las concesiones. Siento que hay voces en la Nueva Mayoría que están hablando de algo así.
Y en la Alianza, ¿hay apertura a eliminar el copago?
El copago para mí es la parte más compleja para llegar a acuerdo. Me haría mucho ruido llegar a un acuerdo en que uno les prohíba a los papás aportar a la educación de sus hijos. Eso es un derecho humano. Los papás siempre quieren que sus hijos sean más que ellos, y eso está muy hondamente asentado. Creo que desde el punto de vista de los valores de la centroderecha ese es un valor muy profundo. Y creo que la eliminación del copago no tiene efectos prácticos.
¿A qué se refiere?
A que ese papá lo más probable es que ese mismo dinero lo va a gastar en comprar un libro, en clases particulares, en un mejor preuniversitario. Y esa desigualdad que se quiere corregir se va a mantener.
Así como lo dice, hay poco margen. ¿Plantea que el gobierno tendría que partir de cero?
Lo ideal sería plantear las cosas de otra manera. Y sobre este proyecto, como está presentado, para llegar a acuerdo habría que hacerle modificaciones profundas. Pero no olvidemos que en el caso de la reforma tributaría también hubo modificaciones muy profundas que hace 30 días eran imposible. O sea, un impuesto que iba a ser 35% terminó siendo 27%. Pero claro, este acuerdo en educación se ve más difícil que el tributario, pero que hay que hacer el esfuerzo. Hay puntos: en la compra de colegios, el ministro Eyzaguirre ya está diciendo que no está en el corazón y puede no comprar colegios. En la selección por mérito algo se mantiene para los liceos emblemáticos, eso se puede ampliar a otros colegios. En el lucro ya hay algunos en el oficialismo que dicen que una cosa es una ganancia excesiva y otra es una justa retribución. Por eso creo que en el copago hay más diferencias.
¿Dónde cede la Alianza?
He escuchado voces en la centroderecha que derechamente han hablado de eliminar el copago. En el programa de Evelyn Matthei también estaba. Pero si me preguntas a mí, yo no lo eliminaría.
¿Cree que la reforma educacional debiera seguir un proceso similar en el Congreso al que pasó la tributaria?
Lo más probable es que en la Cámara de Diputados sea muy difícil avanzar en estos acuerdos, porque es más ideologizada y porque están los dirigentes estudiantiles a quienes ya no les gustó el acuerdo tributario. Creo que, lamentablemente, una vez más se va a vivir una etapa de fuerte polarización allí y que después, en una segunda etapa, va a haber un segundo tiempo de reforma educacional en que va a haber mayor probabilidad de llegar a acuerdo. Igual como en la reforma tributaria, la verdadera discusión sobre educación va a ser en el Senado. Pero hay una diferencia entre ambas reformas. La tributaria es más de elite, y la educacional es más de calle. Y no me refiero sólo a los alumnos, sino a las mamás y papás que se están movilizando, y ese es un factor.
¿Qué le parece la situación en la que quedó el ex Presidente Piñera al criticar la reforma justo cuando se llegaba a acuerdo?
Creo que el ex presidente tiene derecho a manifestar sus opiniones y normalmente, creo yo, las va a expresar por sobre la coyuntura y en el terreno de los principios.