El ex magnate ruso Mijail Jodorkovski dijo el domingo, dos días después de su liberación, que puso fin a 10 años de cárcel, que permanecerá fuera de Rusia e intentará ayudar a otros "presos políticos" en su país.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, había anunciado el jueves ante la sorpresa general que otorgaba el indulto a su enemigo jurado por la enfermedad de Martina Jodorkovskaia, la madre del ex magnate, quien padece un cáncer. Jodorkovski salió de la cárcel y viajó a Alemania el viernes.
El domingo, agradeció a la jefa de gobierno alemana Angela Merkel por contribuir a su liberación.
También declaró que no se le dejó la "opción" de quedarse en Rusia y afirmó que está en contra del boicot de los Juegos Olímpicos de invierno de Sochi.
"No tenía otra opción", declaró en rueda de prensa en Berlín.
"Yo mismo desconozco aún muchos aspectos de mi liberación", agregó, pidiendo a los gobiernos occidentales que "recuerden que yo no soy el último preso político en Rusia". "Haré todo lo posible para que no quede ninguno", puntualizó.
El portavoz del Kremlin había afirmado no obstante a la AFP que Jodorkovski era libre de volver a Rusia. "Es libre de volver a Rusia. Absolutamente", dijo a la AFP Dimitri Peskov, portavoz de la presidencia rusa.
Jodorkovski escribió dos cartas a Putin, una corta, formal, solicitando el indulto y otra, más larga y personal, agregó Peskov, negándose por otra parte a indicar si a Jodorkovski se le habían impuesto condiciones antes de ser liberado.
En lo relativo a los Juegos Olímpicos de Sochi, Jodorkovski dijo que un "festival del deporte no se puede estropear", pero estimó que no deberían transformarse en un "festival de Vladimir Putin".
También afirmó que Merkel "hizo lo posible para que me liberen" y precisó que se le había otorgado un visado de un año en Alemania.
Tras ser interrogado sobre su relación con el mandatario ruso, Jodorkovski estimó que se lo había tratado con dureza. "Pero a mi familia nunca la tocaron", agregó.
"La lucha por el poder no es para mí", aseguró.
Jodorkovski, que salió de la cárcel tras ser indultado por Putin, viajó el viernes a Berlín, donde se reencontró con su familia.
El domingo por la mañana, en la capital alemana, el ex magnate ya había dicho que no podría volver a Rusia debido a una condena civil aún en vigor por un monto de 550 millones de dólares, en el marco de un juicio por evasión fiscal.
En una entrevista difundida el domingo, había estimado que en su solicitud de indulto a Putin prometió que no iba a hacer política, y añadió que iría a su país sólo si tiene la seguridad de poder salir de él.
"Escribí en mi solicitud lo que he dicho varias veces de forma pública: no voy a hacer política ni luchar para recuperar los activos de Yukos", su antigua empresa petrolera, afirmó a la revista opositora The New Times.
"(...) Volveré (a Rusia) sólo si estoy seguro de poder dejar el país cuando sea necesario" añadió.