El vicepresidente de EE.UU., Joe Biden, se comprometió a seguir adelante con el presidente Barack Obama para garantizar la prosperidad del país, "una misión que continuaremos y completaremos".
Biden, que fue nominado oficialmente como candidato a la vicepresidencia por el Partido Demócrata para las elecciones de noviembre próximo, aceptó con "gran placer" la nominación y aseguró que trabajará "para llevar adelante a este país, desde la duda y la recesión, a la promesa y la prosperidad".
"Juntos tenemos una misión que continuaremos y una misión que completaremos", garantizó Biden, que destacó el esfuerzo hecho por los estadounidenses "ante la peor crisis de todos los tiempos".
El país "se ha puesto a prueba a sí mismo" y ha demostrado "con la misma determinación y el mismo coraje" que las generaciones anteriores "lo que significa ser estadounidense".
Biden aseguró que Obama se preocupa por las dificultades que está pasando la clase media. "Yo le veo en acción cada día", dijo, y recordó que ante la crisis, él "supo que no sólo tenía que restaurar la confianza del país, sino de todo el mundo".
Agregó que han aprendido mucho el uno del otro. Él del presidente su compromiso con los estadounidenses y Obama de Biden "la profundidad de mi lealtad hacia él".
Biden destacó las diferencias entre Obama y el candidato republicano, Mitt Romney, y señaló que los dos "buscan liderar el país durante los próximos cuatro años pero tienen diferentes visiones, y unos valores completamente diferentes".
"Convicción, decisión, Barack Obama: eso es lo que salvó la industria del automóvil", dijo en referencia al plan de rescate del sector automovilístico, uno de los más afectados por la crisis económica en EE.UU., y asegura que su padre, que era vendedor de autos, "si estuviera aquí respaldaría a Barack Obama y lo respetaría".
En cuanto a las prioridades de su primer mandato, Biden señaló que el presidente le dijo al llegar al poder que acabar con el líder de Al Qaeda, Osama bin Laden, sería la principal en materia de seguridad nacional.
"Se trataba de curar una herida insoportable para los estadounidenses", pero también "se trataba de enviar un mensaje: si hieres a estadounidenses inocentes, te perseguiremos al final de la tierra".
En conclusión: "Osama bin Laden está muerto y General Motors vivo", dijo, lo que provocó una gran ovación entre el público.