Joe Bonamassa: "Soy parte del legado de un grupo de músicos que se extingue"

El guitarrista estadounidense se presenta mañana por primera vez en Chile, en un concierto agendado en el Teatro la Cúpula.




No tenía el abolengo de sus compañeros, pero sí una habilidad que lo llevaría a construir una carrera con su nombre como única presentación: Joe Bonamassa publicó su primer disco a los 17 años con la banda Bloodline, donde tocó junto a los hijos de Robby Krieger (el guitarrista de The Doors), Miles Davis y Berry Oakley (el bajista de The Allman Brother). La aventura no duró mucho, pero Bonamassa -un músico que a los 11 años ya estaba abriendo para B.B. King- fue ungido como el verdadero prodigio del grupo, suficiente para dar paso a una carrera solista de prestigio, que hoy lo erige como uno de los cultores más relevantes del blues rock.

"Será un repaso general por todos mis discos", dice el músico de 36 años, al teléfono desde Estados Unidos, justo antes de empezar un periplo por Sudamérica que lo traerá por primera vez a Chile. Bonamassa toca mañana en el Teatro La Cúpula (ver recuadro), para estrenar en el país una carrera que, entre otros argumentos, ha sido validada a través de colaboraciones junto a instituciones del género, como Eric Clapton, Joe Cocker o Buddy Guy, o su permanencia en la suspendida banda Black Country Communion.

Sumado a una discografía de estudio con 12 publicaciones, Beacon Theatre: Live from New York es el último registro en vivo del lado más eléctrico de Bonamassa, y el guitarrista afirma que puede ser una buena referencia para entender su show. "Pasó hace dos años", apunta, "y en el intertanto, hemos crecido como banda". En los últimos años, Bonnamassa también ha convivido con el peso de las expectativas, hasta el punto de ser descrito por The Guardian como "figura prominente del blues rock en su generación". Títulos fuertes, opina, justo en un año donde se han abierto las vacantes para las leyendas, acota del fin de varios de sus ídolos: "Es que ha muerto demasiada gente. Significa mucho haber perdido a Alvin Lee, o a J.J. Cale", explica. "Es difícil toparse con gente como Ray Manzarek, que se han ido para siempre, sin renovación. Simplemente, soy parte del legado musical de esa generación, de ese grupo de músicos, que se extingue".

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