En una entrevista publicada por el diario Bild am Sonntag, el patriarca del clan Jackson, Joe Jackson, explica que sabía que su hijo Michael tomaba potentes analgésicos desde hace 25 años.

El hombre de 81 años subraya que lo intentó "todo" para poder acercarse al intérprete de Thriller en las semanas previas a su muerte, pero su personal de seguridad le impedía la entrada.

Llegó incluso a llamar a la policía. "Llegué a un punto en el que pensé: 'Me voy a casa, tomo mi revólver y me abro camino hasta Michael a disparos'. Le dije a mi mujer: 'Katherine, tenemos que sacar al chico de esa casa o en una semana estará muerto'. Y una semana después estaba muerto", relata.

Respecto de las críticas que le acusan de haber maltratado a sus hijos, Jackson afirma que sí les propinó "alguna bofetada" cuando no se comportaban, pero insiste en que "también los maestros lo hacían en la escuela".

Sostiene que los duros ensayos a los que los sometía respondían a que eran "negros en un negocio dominado por los blancos". "Sabía que Michael podía ser más grande que Elvis Presley, pero que los blancos no lo permitirían nunca. Debía dirigir a los chicos a través de un mar lleno de tiburones. Y si me lo pregunta, sí, fue más grande que Elvis", argumenta.

El patriarca afirma que no pudo llorar. "Lloro por dentro. Sólo cuando oigo cantar a Michael me saltan las lágrimas", añade.