Cuando Joe Satriani (57) no está grabando ni lanzando nuevos discos -actividad que no ha cesado en sus casi tres décadas de carrera como solista-, se le puede encontrar sobre un escenario, constantemente de gira, ya sea bajo su nombre o colaborando con otros músicos. "Me gustan mucho todas las partes de lo que involucra mi trabajo", cuenta el legendario guitarrista desde Estados Unidos. "Me encanta escribir nuevas canciones solo, me gusta estar en un estudio con mi banda grabando los temas, pero también disfruto mucho estar en un escenario y tocar frente al público todas las noches", dice el músico, que el próximo 25 de septiembre se estará presentando en Movistar Arena.
"Tenemos muy buenos recuerdos de las múltiples veces que hemos ido a tocar a Chile en los últimos 25 años. Por eso es una parada de nuestro itinerario que esperamos con mucha ansiedad", asegura Satriani, quien ya se ha presentado en el país en cinco oportunidades. El guitarrista se encuentra promocionando su último álbum, Unstoppable momentum (2013), el cual ya giró gran parte del año pasado. "Estas canciones han sido una gran adición a nuestro set en vivo", afirma. "En este disco en particular hemos tocado prácticamente todas las canciones en vivo. Shine on american dreamer es particularmente un momento muy especial. Es de esas canciones que son muy simples, pero sobre el escenario es muy poderosa y crece aún más mientras más grande sea el lugar donde toquemos".
Claro, el concepto de "simpleza" de Satriani puede distar bastante del resto de los músicos. No por nada es considerado uno de los guitarristas más virtuosos de todos los tiempos, que en su juventud enseñó los secretos de la guitarra a otros futuros héroes del instrumento, con Steve Vai, Kirk Hammett y Larry LaLonde entre sus estudiantes más destacados.
La vocación de Satriani no se ha alejado de transmitir sus conocimientos, por lo que en agosto estará llevando a cabo la primera edición del G4 Experience, un campamento de cuatro días, donde el músico será acompañado de sus colegas Mike Keneally, Andy Timmons y Paul Gilbert, impartiendo diversas clínicas, enseñando técnica de guitarra y terminando con un gran concierto entre los cuatro.
Fue profesor de guitarra cuando era joven. ¿Qué le motiva a seguir enseñando?
Cuando se me acercaron con la idea, pensé que era interesante proporcionar la experiencia de ver a músicos colaborar juntos e involucrar a los estudiantes en eso. Muchas veces, las clínicas terminan siendo sólo un concierto. Aquí, como es un grupo controlado de personas, podremos impartir atención personalizada a los estudiantes. Creo que es importante y gratificante poder pasar lo que uno ha aprendido a generaciones más jóvenes. Lo que queremos es que la siguiente generación sean mejores guitarristas que nosotros.
¿Qué es lo que podemos esperar del concierto en septiembre?
Lo principal es que me acompaña un grupo increíble. Tengo a dos miembros de The Aristocrats en la sección rítmica, Marco Minnemann en batería y Bryan Beller en el bajo, que son increíbles músicos, y mi amigo Mike Keneally en la segunda guitarra y el teclado, con quien tengo algunos duelos en algunas canciones. Es una banda muy intensa. Creo que nunca he tenido un grupo tan intenso a nivel musical conmigo. Es una gran suerte para mí, porque a medida que mi técnica mejora, tengo también este grupo genial con el cual interactuar. Además, tenemos mayor despliegue de producción.
Mientras, el guitarrista asegura que no ha parado de componer canciones para su próximo trabajo de solista y ha pensado nuevos temas para su grupo Chickenfoot. "Cuando me levanto, quiero escribir una mejor canción que la que hice ayer. Eso no ha cambiado desde que era joven", afirma.