Ex corresponsal del diario The Washington Post para Chile y Centroamérica entre 1975 y 1983, John Dinges es uno de los reporteros especializados en América Latina más reconocidos de Estados Unidos. Autor de “Nuestro Hombre en Panamá” (1990), considerada una de las mejores biografías de Manuel Antonio Noriega, Dinges, actual académico de la Universidad de Columbia, conversó con La Tercera sobre la figura del ex agente de contrainteligencia de la CIA y ex dictador de Panamá fallecido esta semana.
A raíz de la muerte de Noriega, usted lo describió como "un dictador de segunda clase y un traficante de drogas de tercera categoría" que, "excepto por el hecho de que EE.UU. invadió su país y lo puso en prisión, no habría sido considerada una figura importante". ¿Por qué?
Hay dictadores y dictadores y Chile conoce muy bien lo que es un dictador de verdad y Noriega no era de esa clase. El no mató masivamente a gente. Su acto de represión más importante fue contra los propios militares, cuando mató a 100 oficiales y suboficiales después de un intento de golpe. No lo defiendo como santo. Es un tipo que hizo muchas maldades, pero no está en la misma clase de Somoza, Pinochet o Videla, dictadores que cometieron violaciones sistemáticas de los derechos humanos.
Algunos analistas consideran que EE.UU. recién tomó conciencia del riesgo que implicaba Noriega cuando en 1985 destituyó al Presidente electo de Panamá, Nicolás Ardito Barletta, quien era amigo y ex estudiante de George Shultz, entonces secretario de Estado de Ronald Reagan. ¿Comparte esa evaluación?
En principio, sí. Pero en ningún momento los documentos han sustentado la idea de que Noriega representara un riesgo para la seguridad nacional de EE.UU. El hecho de removerlo entorpeció las relaciones. Fue un factor, pero no el único.
¿Y qué otro factores hubo?
John Poindexter (consejero de seguridad nacional del gobierno de Reagan) y la gente de Washington tuvieron una reunión en Panamá y ahí les llamó muy fuertemente la atención el tráfico de drogas. Dijeron que eso no iba a ser tolerado por EE.UU. y que ellos tenían evidencia que Noriega había ayudado a los traficantes de Colombia, precisamente a Pablo Escobar. El otro factor no ha sido confirmado por EE.UU., pero los panameños de Noriega aseguran que él dijo muchas veces que EE.UU. le insistió que Panamá tomara un papel mucho más agresivo en la lucha contra Nicaragua. Es decir, que Noriega ayudara a EE.UU. a derrocar al gobierno sandinista.
El momento exacto en que EE.UU. decidió invadir Panamá continúa siendo secreto. ¿Usted tiene más información sobre ese hecho?
Lo que sabemos es que (George H.) Bush decidió lanzar la invasión después de la muerte de un soldado en un enfrentamiento con militares panameños, una o dos semanas antes de la invasión (ocurrida en diciembre de 1989). Yo creo que fue un incidente usado como pretexto de una decisión ya tomada. EE.UU. trató varias veces de derrocar a Noriega a través de conspiraciones de la CIA. No he visto en mi investigación razones suficientes para alguna invasión.
¿Cree que la invasión de Panamá marcó un punto de inflexión en la relación de EE.UU. con la región?
Obviamente la invasión marcó un hito. Es la invasión lejos más grande que hizo EE.UU. en América Latina. Pero también hay que decir que fue la última intervención militar de EE.UU. en América Latina. En ese sentido, marca un hito positivo, ya que no se ha repetido. No es que EE.UU. se haya arrepentido de invadir Panamá, pero creo que no va a repetir este tipo de invasión. Lo considero un incidente único, fue una reacción de Estados Unidos fuera de proporción.
El novelista R.M. Koster, coautor de "Tiempo de tiranos", asegura que los textos escolares panameños de historia apenas citan la dictadura militar y que en los años finales de vida de Noriega, los panameños "ya ni siquiera se acordaban de quién era él". ¿Cómo cree que se juzgará su figura?
Para mi la invasión de Estados Unidos fue el hecho más importante desde la independencia de Panamá de Colombia. Que los libros de historia no escriban mucho de eso me parece que es un error.