John Lithgow, actor: "Churchill creía ferozmente en la monarquía"
Por su papel en The Crown, de Netflix, acaba de ganar el Critic's Choice y va por el Globo de Oro.
"Quiero agradecerle a tanta gente: a la pandilla visionaria de Netflix, a Peter Morgan quien escribió esta serie, Stephen Daldry y tres otros directores, y un elenco de cerca de 50 actores ingleses maravillosos, a los que parece no les importó que fuera yo quien interpretara a Winston Churchill", dijo John Lithgow al llevarse el premio Critic's Choice, en la categoría de mejor actor secundario en una serie, y días antes de ser nominado al SAG Award y al Globo de Oro por el mismo rol. "Y debo agradecerle a uno de los más grandes y complejos hombres del siglo XX, Winston Churchill".
Lithgow ha sido dos veces nominado al Oscar (El mundo según Garp, La reglas del cariño), y tiene dos premios Tony y cinco premios Emmy. Un actor entre actores que este año se echó al hombro un personaje histórico cuya apriencia y voz -además del sombrero, el puro y el whisky en la mano-, son reconocibles en todo el mundo: sir Winston Churchill, para The Crown, la serie de Netflix sobre el comienzo del reinado de Isabel II, la familia real y el gabinete político. Esto, siendo del otro lado del Atlántico.
"Es un gran reto, pero tanto para un norteamericano como para un inglés", contaba Lithgow meses antes de la premiación, a un grupo de periodistas latinos en Londres, en medio de las filmaciones de The Crown, vestido a la antigua y con un acolchado en el estómago para hacerlo ver más gordo. "Hay un par de actores más interpretando a Churchill en este momento, como Michael Gambon o Brian Cox, y creo que todos estaban tan intimidados como yo. Churchill es una figura tan enorme en la imaginación del público, y tiene tantas cualidades inusuales. Si no fuera una figura importante en la historia sería un bufón, ridículo en sus maneras, con su temperamento salvaje, su alcoholismo, su humor, su sentimentalidad, todo muy, muy extremo. Y su perro negro, la depresión".
El Churchill de Lithgow ya no es el que ganó la guerra, sino el que ha vuelto como Primer Ministro a una edad en que, piensan sus cercanos, debería estar más que jubilado. "Si Churchill no tenía un proyecto, estaba descompuesto", explica Lithgow. "Por eso era pintor, escritor, y siempre sentía que debía estar haciendo algo, y algo importante. Tuvo una serie de embates, pero peleó de vuelta a la cima, una y otra vez. Cuando vuelve como Primer Ministro estaba dichoso. Incluso cuando tiene 75 años, es muy viejo para el trabajo, y se queda hasta los 80, no quiere soltar, sin importar lo mucho que su partido quiere convencerlo de cambiar su decisión".
Es durante este período que Churchill debe, además, hacerse cargo de otra tarea importante: enseñarle a Isabel II, una joven de 27 años, cómo liderar desde Buckingham Palace. "Históricamente, era un momento muy peligroso para la monarquía. Las dos guerras cambiaron todo, el imperio se desintegraba gradualmente y Churchill venía de la era victoriana, que creía tanto en el imperio como creía ferozmente en la monarquía. Debía ser preservada. Cuando muere Jorge VI, un hombre de mediana edad,y su joven hija queda a cargo, había demasiadas razones para decir, olvídenlo. Pero toda esta serie, en un sentido, es sobre ese momento en la historia en que el país decidió que tendrían una reina, y que sería una reina grandiosa".
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