Después de ingresar de manera ilegal a sus perros a Australia, el actor estadounidense Johnny Depp arriesga hasta diez años de prisión.
El nominado al Oscar, quien actualmente está filmando la nueva entrega de la franquicia Piratas del Caribe, se metió en problemas hace algunos días, cuando llegó al país océanico en su jet privado y junto a sus dos mascotas, de raza Yorkshire Terrier.
El problema es que Depp no declaró el ingreso de los perros, y por tanto violó las estrictas leyes y controles de animales de Australia.
Ayer, un comité del senado de ese país informó que, si el caso llega a la corte, el actor podría recibir una sentencia que va de los diez años de prisión o una multa de 300 mil dólares. Los oficiales a cargo del caso lo han definido como "muy grave".