Marco Antonio Figueroa recuperó a la gran mayoría de los jugadores lesionados de Universidad de Chile. El técnico incluyó a Osvaldo González en el once titular, durante las prácticas de esta semana, pensando en los duelos de mañana ante Everton y del miércoles ante Lanús (que ayer goleó 4-0 a Argentinos Juniors).

Sin embargo, Figueroa conversó con su cuerpo técnico y los médicos del club y decidió no citar a "Rocky" para mañana, para evitar una recaída (viene saliendo de un desgarro isquiotibiales izquierdos) debido a la cancha sintética de Quillota. Así, el zaguero fue cuidado para que reaparezca el 18 de septiembre por la Copa Sudamericana, en Buenos Aires, en la ida por los octavos de final. Para ese duelo está suspendido Juan Ignacio Sills, por lo que González es fijo.

Asimismo, Johnny Herrera entrenaba sin mayores dolores en la rodilla derecha. Sin embargo, en la práctica de ayer, el meta chocó con un compañero en la disputa de un balón y sintió dolores en la misma zona. En el club dispusieron que el lunes, cuando viajen a Buenos Aires, vayan tres arqueros: Herrera, Luis Marín   y el juvenil Nelson Espinoza. Aun así, confían en que "Superboy" reaparezca ante Lanús,  al igual que José Rojas, tal como lo adelantó el presidente José Yuraszeck. El capitán entrena con normalidad, tras un problema lumbar, pero fue reservado para jugar contra Lanús y así evitar, si jugaba mañana, cualquier consecuencia negativa tras la aplicación del medicamento Cidoten Rapilento.

Lo más complicado que enfrenta Figueroa es la chance de contar con Sebastián Ubilla. El delantero no jugará mañana por el problema que arrastra en el hombro izquierdo y se ve difícil que llegue al ciento por ciento al lance en Argentina. Por esto será evaluado, apostando a que viaje el lunes.

Listo el once de mañana

Así, Figueroa dispuso que mañana ante los "ruleteros" jueguen Marín; Paulo Magalhaes, Sills y Valber Huerta; Charles Aránguiz, Rodrigo Rojas y Roberto Cereceda; Gustavo Lorenzetti; Rubén Farfán, Isaac Díaz y Luciano Civelli.

En el caso de Aránguiz, Figueroa y el cuerpo médico también contemplaban cuidarlo, pensando: en el sintético de Quillota, en su desgaste tras jugar por Chile y en las molestias que arrastra por una tendinitis Aquiliana.

Pero el volante habló con el DT, le pidió jugar y lo convenció de estar en cancha, pues no quiso borrarse, pensando en sus compañeros, como le argumentó. El gesto fue valorado y aceptado por el grupo, que ayer compartió un asado de Fiestas Patrias con dirigentes y funcionarios.