Admirada por T. S. Eliot, elogiada por Marianne Moore, Ida Perkins es el tipo de autor que todo editor sueña: amada y leída por los más exigentes críticos, pero también por el público general, alguien que aparece en las portadas de Rolling Stone, pero también en Tel Quel. Ella es la "musa" de la novela de Jonathan Galassi.
Poeta, traductor y editor, Galassi (Seattle, 1949) es uno de los principales editores de EEUU. Fue editor de poesía de Paris Review por 10 años y presidente honorario de la Academia de Poetas Americanos.
Musa es su primera novela y en ella narra la rivalidad de dos editoriales de Nueva York, una más experimental, la otra más comercial. Un joven editor vive bajo la influencia de ambas a través de sus directores: uno es su jefe, desaforado y combativo; el otro, el rival de su jefe, elegante y calmado (podrían ser trasuntos literarios de Roger Straus, de Farrar, Straus & Giroux, y James Laughlin, de New Directions, respectivamente). Galassi conoce bien el terreno, en cuanto presidente y editor de Farrar, Straus & Giroux: trabaja allí desde 1973 y desde 1986 la dirige. Descubrió y dio a conocer a Jonathan Franzen y Jeffrey Eugenides, y publicó las grandes novelas de Roberto Bolaño en EEUU, Los detectives salvajes y 2666, que lo convirtieron en fenómeno de crítica y lectores
En la novela, el joven editor que trabaja en la casa editora más grande (cuyo director lo único que quiere es publicar a Ida Perkins) cultiva la amistad con quien dirige la editorial rival, la que publica a Ida Perkins, quien lo invita a estudiar los manuscritos de otro escritor, el amor tardío de la poeta, A. O. Outerbridge (una suerte de Ezra Pound, pero no pro-fascista, sino de ultraizquierda), y de esta forma llega a sus manos el manuscrito de la gran obra póstuma de Ida Perkins...
Por supuesto, hay muchas referencias y bromas del mundo literario-editorial: un personaje es una especie de Susan Sontag negra, otro recuerda a Joseph Brodsky.
¿Es cómodo para un editor estar al "otro lado"?
Encontré bastante desorientador a veces ser "el autor", por la novedad. Uno se da cuenta de cuán vulnerable a la maquinaria del editor es el autor y cuán vulnerable a la opinión del editor. Mucho de qué escarmentar.
¿Hubo alguna "musa" para su novela?
Los héroes del libro, los dos grandes editores que compiten, se basaron en figuras, editores verdaderos que tuvieron una gran importancia en mi vida. Pero Ida misma es pura invención.
¿Quiénes fueron esos editores?
Esos hombres están basados en Roger Straus y James Laughlin, que fueron grandes editores independientes, a decir verdad, los últimos de su raza.
Un personaje (Outerbridge) piensa que escribir es el psicoanálisis del pobre. ¿Qué piensa usted?
El quiere decir que la escritura es a veces abordada como una forma de resolver los problemas de uno a través de los personajes. Outerbridge no lo aprobaba, y probablemente yo tampoco.
¿Hubo alguna vez un escritor que se acercara a Ida Perkins en fama y calidad?
No, ella es una supernova, una combinación de poeta, diva y estrella de rock, una especie de "venganza" respecto de la realidad.
Hay quienes ven claramente a las personas tras los personajes. ¿Es una novela en clave?
No es estrictamente un roman à clef: hay unos cuantos personajes que parten desde lo real, pero que despegan en su propia semi-realidad independiente.
Según el narrador "uno de los ardides de la edición era coger en el momento oportuno la ola del gusto de los lectores".
Sí, si se publica a un gran escritor antes de que el terreno esté preparado, antes de que el público esté listo para recibirlo, puede caer en oídos sordos. He visto esto muchas veces. Tomemos a Roberto Bolaño, por ejemplo. Fue publicado tempranamente en Italia y Alemania y no tuvo el gran brillo que vino después, desafortunadamente de manera póstuma.
Hacia el final del libro aparece un rapaz comerciante de libros en línea. ¿Es la edición un negocio en peligro?
Creo que la edición está pasando por enormes cambios rupturistas. El negocio como ha sido está cambiando en la forma, pero la edición pura y simple es una industria que sigue en curso, porque la gente necesita leer, y escribir. Sobrevivirá.